Entre una cantidad innumerable de responsabilidades, los valientes pioneros que llegarán a Marte tendrán que estar listos para lidiar con todo tipo de emergencias médicas. Algunas dolencias menores, como resfríos y dolores de cabeza comunes pueden ser fáciles de tratar con medicamentos. Pero para problemas más graves, como quemaduras severas en la piel o fracturas óseas, científicos de la Universidad Tecnológica de Dresde (TUD) han desarrollado una bioimpresora tridimensional capaz de producir tejido humano en el espacio.
Las bioimpresoras tridimensionales son similares a las impresoras tridimensionales tradicionales, con una diferencia clave. En lugar de crear objetos a partir de materiales como el plástico, la cerámica o la madera, depositan capas de biomateriales, elaborados en gran parte a partir de células vivas, para construir tejido humano complejo.
Dado que la materia prima no estará fácilmente disponible, los investigadores toman algunas células del órgano requerido, como el pulmón o la piel, y la cultivan en un laboratorio. Una vez que se han generado suficientes células, se utilizan para crear «bio-tinta», que se carga en la impresora. Como es de suponerse, esto no es una tarea fácil y, a pesar de haberlo intentado durante muchos años, los científicos aún no han podido regenerar órganos humanos para su uso generalizado.
La bioimpresión en el espacio tiene aún más desafíos. Lo más importante es encontrar células para cultivar y crear la bio-tinta requerida. Además debe funcionar en las condiciones de baja gravedad que existen en Marte.
Los científicos de TUD, que están trabajando en colaboración con el proyecto 3D Printing of Living Tissue for Space Exploration de la Agencia Espacial Europea, creen que el primer obstáculo se puede superar mediante el uso de células del astronauta lesionado.
«Las células de la piel pueden bioimprimirse utilizando plasma sanguíneo humano como una ‘bio-tinta’ rica en nutrientes, que sería fácilmente accesible para los miembros del equipo de la misión», dice Nieves Cubo, especialista en bioimpresión de la universidad. Los huesos pueden fabricarse con la ayuda de células madre humanas y fortificarse con cemento óseo de fosfato de calcio. Cubo dice que el uso de biomateriales obtenidos de los mismos astronautas disminuye el riesgo de rechazo de trasplante.
Para garantizar que la bioimpresora funcione en condiciones de gravedad baja o cero, los investigadores construyeron una que funciona al revés. Para evitar que la bio-tinta vuele, incorporaron materiales a base de plantas y algas para aumentar su viscosidad.
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Los investigadores de TUD, que revelaron las primeras muestras de hueso y piel bioimpresas el pasado 9 de julio, creen que una vez desarrollada, la tecnología podría ayudar a los astronautas a tratar lesiones agudas. Tommaso Ghidini, jefe de la División de Estructuras, Mecanismos y Materiales de la ESA (Agencia Espacial Europea), está de acuerdo. El experto dice: «Llevar suficientes suministros médicos para todas las eventualidades posibles sería imposible en el espacio en la capacidad limitada que tienen las naves espaciales. En cambio, una bioimpresora 3D les permitirá responder a emergencias médicas a medida que surjan».