La activista climática sueca Greta Thunberg y otros 15 niños presentaron una denuncia ante las Naciones Unidas alegando que cinco de las principales economías del mundo han violado sus derechos humanos al no tomar las medidas adecuadas para detener la crisis climática que estamos padeciendo.
La queja fue presentada poco tiempo después de que Thunberg emitiera una reprimenda apasionada a los líderes mundiales en la Cumbre de Acción Climática de la ONU que se está celebrando en la ciudad de Nueva York.
«Han robado mis sueños y mi infancia con tus palabras vacías, y sin embargo, soy uno de los afortunados», dijo Thunberg el lunes. «La gente está sufriendo, la gente está muriendo».
La denuncia menciona cinco países: Alemania, Francia, Brasil, Argentina y Turquía, que según los 16 menores no han cumplido con sus obligaciones bajo la Convención sobre los Derechos del Niño, un tratado de derechos humanos que tiene más de 30 años y es el que más ratificaciones ha tenido en la historia.
La denuncia llegó en el primer día de la Asamblea General de la Cumbre de Acción Climática celebrada en la sede de las Naciones Unidas, donde docenas de líderes mundiales presentan sus planes para reducir las huella de carbono de sus países.
En una conferencia de prensa, frente al edificio donde se lleva a cabo el evento, Thunberg y los otros niños que se unieron a la petición, expresaron su franca frustración por la falta de urgencia que los líderes mundiales han demostrado en la lucha contra el cambio climático. «El mensaje que queremos enviar es que ya hemos tenido suficiente», dijo Thunberg.
Carl Smith, miembro de la tribu indígena Yupiaq que vive en Akiak, Alaska, explicó cómo el cambio climático ha puesto en peligro la caza y la pesca de subsistencia de las que depende su comunidad.
Culpó de la avaricia a la inacción de los líderes.
«Creo que están actuando lentamente porque no quieren perder dinero», dijo Smith. «Y creo que deberían ir a ver qué está haciendo [el cambio climático] a los pequeños pueblos y ciudades».
Los niños denuncian que sus vidas ya están sufriendo los efectos de la crisis climática y que el futuro de su sustento de vida estará en peligro a medida que la situación empeore.
Los niños no piden ninguna compensación monetaria. En cambio, piden que los países ajusten de inmediato sus objetivos climáticos y trabajen con otras naciones para abordar la crisis.