Millones de coronas noruegas se están invirtiendo en la gran planta de biocombustibles Biokraft, cerca de la ciudad de Skogn, en el centro de Noruega, para producir gasolina ‘verde’ para aviones.
El proyecto se lleva a cabo en colaboración con la organización noruega de investigación e innovación SINTEF y se especula que el proyecto involucra a un socio alemán con considerable experiencia en la producción de combustible para aviones a partir de materiales orgánicos.
Håvard Wollan, CEO de Biokraft, dijo a los medios locales que la financiación aún no había sido totalmente acordada, ya que la compañía está a la espectativa de poder contar con fondos disponibles de la UE.
La planta será una de las más avanzadas de su tipo en el mundo, con capacidad para elaborar hasta 10.000 toneladas de biocombustible al año para otros usos.
Hasta el momento se llevan invertidos más de NOK 350 millones (casi USD 40 millones) para duplicar la producción. Noruega cuenta con una de las flotas aéreas de mariscos más grandes, que envía regularmente salmón y otros pescados al Lejano Oriente.
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Este último desarrollo de combustible para aeronaves implica primero crear una planta piloto, luego usar desechos de salmón -fácilmente disponibles en la gran cantidad de granjas acuículas a lo largo de la costa, y combinarlos con residuos de una fábrica de papel cercana y material forestal, también muy abundante.
El proyecto ha recibido elogios del ministro de finanzas de Noruega, Siv Jensen, quien dijo que estaba contenta de que estuviera siendo respaldado por la inversión del gobierno.
La funcionaria destacó que ‘Es muy agradable ver que los desechos de las granjas de peces se están aprovechando de esta manera sostenible. Vamos a necesitar más de este tipo de desarrollo en el futuro’.