Los productores de granos en Manitoba, Canadá, están buscando alivio financiero luego de que los datos reunidos por varios grupos determinaron que los productores de la región están pagando una cantidad significativa en el impuesto al carbono por el secado de los granos.
Los datos recopilados por Keystone Agricultural Producers (KAP) y los agricultores de toda la provincia muestran que el productor promedio pagó U$S 9,12 por hectárea en impuestos al carbono por el secado de granos (principalmente maíz), incluidos el propano y el gas natural. Como resultado, se pagaron más de U$S 1,6 millones en impuestos al carbono durante la última campaña.
«El impuesto al carbono sobre el secado de granos no solo afecta nuestra rentabilidad como agricultores sino también nuestra competitividad en un mercado mundial muy competitivo», dijo Dennis Thiessen, presidente de la Asociación de Productores de Maíz de Manitoba. “Si miramos a los productores de maíz en el norte de los Estados Unidos, están pagando menos por sus costos de secado y, además, no pagan ningún impuesto al carbono. Ese maíz llega a Manitoba, lo que hace que los agricultores de Manitoba sean poco competitivos. Esto es completamente inaceptable, afecta la rentabilidad del agricultor de Manitoba y el gobierno federal debe ser consciente de esto”.
Según KAP, la capacidad de secar el grano es importante por una variedad de circunstancias, que incluyen razones económicas, de manejo de la cosecha y de seguridad alimentaria. KAP dijo que almacenar granos húmedos puede conducir a un deterioro en la calidad, lo que a su vez puede conducir a un menor retorno para los cultivos.
«Estamos firmes en nuestra posición de que debe haber una exención para los agricultores bajo el marco del impuesto al carbono para todos los costos asociados con el secado de todos los granos, así como para calentar graneros y edificios agrícolas», dijo Bill Campbell, presidente de KAP, que es la organización de política agrícola general más grande de Manitoba con 4.000 miembros.