Hablando en un evento de EURACTIV en noviembre pasado, Artur Runge-Metzger, director de la dirección de Acción Climática de la Comisión Europea, dijo que RED II ha generado «tantas críticas» y que sería bueno para el ejecutivo de la UE revisarlo.
Quizás, haya llegado el momento con el nuevo Acuerdo Verde Europeo, que abrirá una serie de leyes, incluida RED II, y particularmente el capítulo de descarbonización del transporte. Al respecto se refirió un productor de biodiesel quien dijo, de acuerdo a lo publicado por el portal Eutoactiv, que «La tan esperada revisión de la Directiva de Energía Renovable (RED II) como parte del nuevo Acuerdo Verde debería deshacerse de los «prejuicios» y aprovechar las tecnologías y productos que ya están en el mercado»
“Necesitamos entender que ya hay tecnologías y productos disponibles que debemos comenzar a usar sin prejuicios. Si me preguntas qué cambiaría: complementar, no reemplazar. No debemos esperar a que llegue la solución, ya que muchos de ellas están en nuestras manos”, agregó Ewald-Marco Münzer, CEO de la compañía de biodiesel a base de aceite reutilizado Münzer Bioindustrie GmbH.
Para Münzer, las directivas normativas deben verse como una oportunidad, no como una restricción. “No necesitamos nuevas regulaciones y directivas. Solo tenemos que explotar el potencial de lo que es posible”, agregó.
El biodiesel se puede usar en forma pura (B100) o mezclado con diesel fósil (B20 o B30).
Según Münzer, el biodiesel representa la mayor contribución a la reducción de CO2 en el sector del transporte por carretera: más de 1,6 millones de toneladas de reducción de CO2 en 2018 hechas por biocombustibles. Destacó que existe un enorme potencial, especialmente en el sector agrícola con la descarbonización completa de tractores y maquinaria.
“Existe un estándar legal para B20 o B30, ¿por qué no encontramos soluciones para crear un mercado para B20 o B30? En tiempos de crisis como ahora, tener la posibilidad de usar biodiésel 100% de origen regional y elaborado a partir desechos abre nuevas oportunidades”, agregó.
Biodiesel en medio de la crisis COVID-19
Hace unos días, los precios del petróleo fueron negativos por primera vez en la historia debido a la demanda cero y las medidas de bloqueo de COVID-19 en todo el mundo. La industria de los biocombustibles a base de aceites reutilizados también se ha visto afectada, ya que los restaurantes están cerrados, lo que reduce los desechos.
«En consecuencia, hay una fuerte y notable disminución de la generación de residuos, en nuestro caso de aceite de cocina usado (UCO)», dijo Münzer, agregando, sin embargo, que estaban surgiendo nuevas oportunidades.
«En tiempos de escasez de materia prima para la producción de desinfectantes para manos, comenzamos a vender nuestra glicerina farmacopea directamente a farmacias y químicos», dijo.

«Debido al pretratamiento del aceite de cocina recolectado, también hay aguas residuales que nuevamente se procesan para generar energía, en este caso, biogás».
El gobierno de coalición llegó justo a tiempo
Münzer Bioindustrie GmbH tiene su sede en Austria, que recientemente se convirtió en el segundo país de la UE, después de Bélgica, en salir del carbón luego de dejar fuera de servicio su última central eléctrica alimentada con este combustible.
Para Münzer, la nueva coalición conservadora-verde de Austria intervino en el momento adecuado para el Acuerdo Verde, ya que reúne un claro enfoque ambiental y una fuerte competencia económica. “Este desafío climático no se resolverá con una solución simple, sino eligiendo el paquete de medidas correcto. Nuestro credo de complementar, no reemplazar, también se puede encontrar en la declaración gubernamental actual”.
“Especialmente cuando se trata de descarbonizar el sector del transporte por carretera, no existe un arma universal. Necesitaremos todas las soluciones técnicas posibles y especialmente disponibles para estar en condiciones de alcanzar estos objetivos tan ambiciosos», concluyó Münzer