Generalmente, a donde va la gasolina va también el bioetanol, y ambos han estado en el camino de la falta de rentabilidad.
Los precios del etanol se han derrumbado a medida que la demanda de gasolina se redujo a la mitad debido por la menor circulación de automóviles producto de las restricciones a la circulación impuestas para controlar el avance del COVID-19. Esto se debe a que el etanol, un biocombustible derivado del maíz, constituye aproximadamente el 10% del combustible que se carga en los tanque de los automóviles.
“Producimos alrededor de 7,5 millones de metros cúbicos de etanol por año”, dijo Jeff Broin, fundador y CEO de POET, con sede en Sioux Falls, Dakota del Sur. Su compañía opera más de dos docenas de plantas de etanol en EEUU., aunque, tres están cerradas y el 10% de su fuerza laboral está despedida. “Se redujo a aproximadamente la mitad de la capacidad en muchas plantas”, destacó.
Sin embargo, en dos plantas, POET está haciendo algo nuevo. Tiene sistemas rediseñados para hacer desinfectante para manos de grado farmacopea. “Se necesita un poco de adaptación”, dice Broin. “Eso está en marcha, literalmente trabajamos todo el día”. La conversión de etanol a desinfectante para manos conlleva “algunos costos bastante significativos”, dice. El alcohol debe destilarse aún más para cumplir con los estándares de grado farmacéutico, luego debe mezclarse con otros ingredientes para hacer el desinfectante para manos. “Y luego lo llevamos a una instalación de embotellado, que no ha sido algo que hayamos hecho en el pasado”.
La compañía está donando gran parte del desinfectante para manos a los trabajadores de la salud cerca de su sede, pero también está comenzando a vender algunos de los desinfectantes para manos de forma online y en tiendas minoristas.
El nuevo producto ayuda a compensar las pérdidas de la producción etanol. Así como la demanda de gasolina afecta al biocombustible, la producción de etanol ha tenido sus propios efectos. Las cifras del USDA indican que el 40% de la cosecha de maíz de EEUU se destina a la producción de biocombustibles, y con una menor producción, el maíz es menos rentable. “Los agricultores ya tenían un exceso de oferta de grano, y esto agrava los problemas en la granja”, dice Broin.
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Los productores de ganado a menudo compran un alimento rico en proteínas que es un subproducto del proceso de etanol. En un año normal, POET produciría y vendería 4,5 millones de toneladas de ese alimento. No este año. Las compañías de cerveza y refrescos usan el CO2, que es otro subproducto, y también las plantas empacadoras de carne que usan dióxido de carbono para enfriar la carne. Hay mucha preocupación en el sector que de que se produzca escasez de CO2.
Sin embargo, la demanda de gasolina muestra signos de recuperación, y los futuros de etanol están muy por debajo de sus mínimos de hace un mes. Aun así, Broin dice que POET se va a quedar en el negocio de desinfectantes para manos. Él predice que eventualmente podría proporcionar hasta el 5% de los ingresos. “Creo que la demanda de desinfectante para manos aumentará con el tiempo”, dice. “La gente necesita mantenerse a salvo”.