La mitad de los granos de cacao en la cadena de suministro directo global de Cargill, son ahora trazables desde la granja hasta la fábrica, reveló la compañía en su último informe.
El reporte de progreso de sustentabilidad 2018-2019 de Cargill Cocoa & Chocolate destaca los esfuerzos que viene realizando la compañía con el objetivo de mejorar la transparencia y la calidad de vida de los productores de cacao de Brasil, Camerún, Costa de Marfil, Ghana e Indonesia.
«Este informe destaca la forma en que Cargill aprovecha la tecnología para conectar cada punto de la cadena de suministro de cacao», dijo Harold Poelma, presidente de Cargill Cocoa & Chocolate. “Es fundamental conseguir la máxima transparencia en el sector del cacao para lograr un progreso real en sustentabilidad. No solo ayuda a los productores de cacao, a sus familias y comunidades a prosperar, sino que también ayuda a proteger nuestro planeta. Confío en que, trabajando con nuestros socios, podemos seguir avanzando a pasos agigantados para lograr un próspero sector del cacao”.
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A través de Cargill Cocoa Promise, la compañía está utilizando tecnologías, como billeteras virtuales, mapeo y GPS, así como recolección de datos digitales para permitir una mayor transparencia sobre las prácticas del cultivo de cacao y las rutinas logísticas.
Los hitos clave del reporte 2018-2019 destacan el uso de bolsas de cacao con código de barras y sistemas de gestión cooperativa digital (CMS), que permiten que el 50 por ciento de los granos de cacao sostenibles pueden rastrearse desde la granja hasta la fábrica. Durante la campaña 2018-2019 se trazaron 151.190 toneladas de granos de cacao.
A partir de 2018-2019, todas las organizaciones de agricultores que pertenecen a la red de abastecimiento directo en Ghana y Costa de Marfil son visibles a través de un mapa interactivo a través de la plataforma Cargill Cocoa Promise Sourcing Partner Network. Cada una de estas organizaciones de agricultores se beneficia de los programas Cargill Cocoa Promise.
En el mismo período se intensificó la implementación de sistemas de monitoreo y remediación del trabajo infantil (CLMRS). Además de Costa de Marfil, Cargill desplegó el CLMRS en Ghana y Camerún, llegando a un total de 58.800 agricultores en 2018-2019. Esto extiende el alcance del 7 por ciento al 29 por ciento del número total de granjas en la cadena de suministro directo. Al mismo tiempo, la multinacional de origen norteamericano realizó una evaluación de necesidades de programas para abordar el trabajo infantil en las comunidades productoras de cacao en Indonesia.
El enfoque localizado de CLRMS continúa en esta campaña 2020, donde ya se completó el mapeo de polígonos GPS del 72 por ciento de todos los agricultores en la cadena de suministro directo, que representa más de 400.000 hectáreas de tierras de cultivo. Cargill está en camino de identificar de dónde proviene el cacao, qué áreas pueden estar en riesgo de deforestación y cómo mitigar este riesgo a través de intervenciones específicas.
Las herramientas digitales brindan información a las cooperativas y a los productores de cacao, como planes de desarrollo de granjas digitales y perspectivas del mercado, para ayudarles a mejorar sus prácticas agrícolas. Además, las herramientas digitales sirven como un medio para comunicarse con los agricultores durante una crisis, como la pandemia de coronavirus.
La herramienta de agricultura digital de Cargill está amplificando los mensajes de seguridad y saneamiento del gobierno para ayudar a frenar la propagación del virus en las comunidades agrícolas. Los mensajes de voz también se utilizan para llegar a diez mil agricultores con esta información en una variedad de idiomas locales.
Cargill confía que la digitalización está impulsando el cambio en toda la cadena de suministro de cacao. La utilización de la valiosa información que se recopila permite mejorar el impacto en el suelo. Cargill tiene más de 300 puntos de datos a lo largo de la cadena de suministro. Estos datos son utilizados para informar a los clientes a través de un portal interactivo sobre cómo los programas de sostenibilidad colaborativa están beneficiando a los agricultores y sus comunidades.
