La transición dietética que está experimentando la población del sudeste asiático, con mayores ingresos per cápita, viene impulsando el crecimiento de la demanda de proteínas animales a tasas siderales. A este fenómeno se suma la estrepitosa caída en los stocks de cerdos que provocó la fiebre porcina en China, donde se perdieron aproximadamente la mitad de las madres.
De esta forma, se está abriendo una enorme oportunidad para la ganadería argentina. Prueba de ello son las exportaciones de carne bovina que alcanzaron en 2019 el mayor volumen en los últimos 50 años, habiendo destinado el 75% de los embarques a China; y el anuncio del posible desembarco de capitales chinos para la construcción de granjas de cerdo en el país.
En la medida que este proceso se profundice, la actividad ganadera irá en un franco camino hacia la intensificación, que llevará a un aumento en la presión de los ambientalistas. Una correcta gestión de efluentes será un factor clave para la consolidación de este proceso. También se debe tener en cuenta que a comienzos del año pasado, la Secretaría de Ambiente de la Nación reguló el uso agronómico de la materia orgánica producida en establecimientos ganaderos y del digerido generado en las plantas de biogás.
Leonardo Gennero, Líder Técnico de la firma especializada en soluciones ambientales para la ganadería, Ecomanagement, cuenta a BioEconomía como se ejecuta un correcto plan de gestión ambiental y cuáles son son las tecnologías disponibles hoy en el mercado. Miralo acá.