Dos años después de que el proyecto de ley agrícola de 2018 legalizara el cultivo de cáñamo industrial, el USDA acaba recién de completar y publicar el marco regulatorio para su producción.
Algunos defensores de esta especie dicen que el cáñamo podría convertirse en un cultivo rentable en todo el país, mientras que otros analistas aseguran que su demanda, relativamente baja frente a otros granos, quedará enmarcada al nivel de cultivo de nicho.
Las modificaciones en la reglamentación final, que entrará en vigencia a partir del próximo 22 de marzo, se basaron en los comentarios públicos de los agricultores y miembros de la industria sobre las reglas provisionales publicadas en 2019.
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Entre las principales modificaciones, se establece un límite de Tetrahidrocannabinol (THC), el componente psicoactivo de la planta, de 1% para determinar cuándo se deben destruir las plantas y facilitar su eliminación.
La nueva reglamentación da más tiempo, hasta- 30 días, para cosechar el cultivo luego de recolectadas las muestras para las pruebas de THC y amplía, para este año, la cantidad de laboratorios que pueden analizar las muestras de lo que inicialmente propuso el USDA.
“La transición de la prohibición a un sistema legal y regulado toma tiempo y la regla final del USDA es un paso histórico para el cultivo de cáñamo en Estados Unidos”, dijo el abogado Shawn Hauser del estudio Vicente Sederberg LLP. «Continuaremos trabajando con los reguladores y a través del Congreso para perfeccionar la estructura regulatoria del cáñamo».
Con el cambio de administración, la reglamentación del cáñamo podría ser objetada por las nuevas autoridades del USDA designadas por Biden, dijeron funcionarios de la industria a Hemp Industry Daily. “Si bien las modificaciones brindaron alivio a los agricultores en cuanto al límite alto en el contenido de THC y la ventana de cosecha después del muestreo, todavía hay varias áreas de preocupación en las que el USDA no pareció ceder, incluidos los requisitos de muestreo y las condiciones que deben cumplir los laboratorios para su registro en el Departamento de Administración de Drogas de EEUU».
