Un gran número de especialistas en energía coinciden en que el hidrógeno será la fuente de energía del futuro. Su combustión es limpia ya que no produce dióxido de carbono y libera una enorme cantidad de energía.
En este desafío por encontrar fuentes más limpias, más descentralizadas y más seguras, la tecnología del hidrógeno emerge como una alternativa superadora muy prometedora. De hecho, algunas automotrices y gobiernos están apostando a este tecnología.
Tal es el caso de China, que está retirando los subsidios a los automóviles eléctricos enchufables y promocionando la producción de automóviles con celdas de combustibles.
Pero aún la producción de hidrógeno, así como su logística y manipuleo tiene enormes desafíos por superar. Aunque es el elemento más abundante del planeta, nunca lo encontramos como tal en la naturaleza. Siempre está formando alguna sustancia o compuesto.
Hasta el momento, la fuente más común para obtener este combustible es a través de los recursos fósiles. Encontrar fuentes más limpias es el gran desafío.
Y como sucede con la mayoría de los productos obtenidos a partir de recursos hidrocarburíferos, el hidrógeno también puede obtenerse de biomasa y formar parte de este nuevo paradigma de la bioeconomía.
En una edición especial de BiEconomía TV, nos metemos a fondo en la tecnología hidrógeno. ¡No te la pierdas!