El borrador de una Ley que define bajo que condiciones la biomasa es considerada sostenible bajo las reglas de finanzas verdes de la UE ha generado el rechazo de Suecia y Finlandia, dos países que tienen a la silvicultura como una actividad estratégica en su economía.
El borrador de la norma es parte de los esfuerzos de la Unión Europea para regular el mercado de rápido crecimiento de las finanzas verdes y podría ayudar a dirigir billones de euros para financiar proyectos con impactos ambientales positivos.
Si bien la propuesta no prohibirá directamente la inversión, dificultaría la obtención de financiamiento de bancos y fondos si un proyecto se considera insostenible.
La mayoría de las actividades económicas, incluida la energía hidroeléctrica y la quema de biomasa, se cubrieron en abril en un llamado a la «Ley delegada para el clima», que detalla las condiciones bajo las cuales un sector económico puede ser clasificado como «sostenible», «de transición» o actividad “habilitada” en la lucha contra el cambio climático.
Los países de la UE deberán votar en diciembre para aprobar el texto o rechazarlo bajo el sistema de mayoría calificada.
Criterios técnicos difíciles de comprender y abiertos a la interpretación
En septiembre, los países de la UE ampliaron el plazo para analizar la propuesta. Y Finlandia ha llegado a la conclusión de que «algunos aspectos de los criterios técnicos para el manejo forestal son difíciles de entender y abiertos a interpretación», dijo el gobierno en un comunicado el 17 de noviembre pasado.
Según la propuesta, “la silvicultura quedaría excluida de la taxonomía, lo que dificultaría el acceso a la financiación para inversiones forestales”, se lee en el comunicado.
Para Finlandia, donde la silvicultura representa aproximadamente el 20% de las exportaciones del país, la propuesta exige mayores obligaciones de monitorear la sostenibilidad climática del uso de los bosques, lo que “solo aumentaría la burocracia, y no podemos estar seguros de que ayudaría a combatir el cambio climático”, había dicho el 10 de noviembre la ministra de finanzas de Finlandia, Annika Saariko.
Se espera que el gobierno sueco se alinee con la posición finlandesa, ya que su industria forestal es igualmente importante y los dos países presionaron conjuntamente para sopesar el primer acto delegado de la UE.
El portal de política europea Euroactiv, dijo que Finlandia podría estar buscando revivir una alianza de nueve países establecida en marzo de 2021 que instó a la UE a reconocer “el papel crucial de la bioenergía en la combinación energética de los estados miembros”.
«Todas las formas de bioenergía sólida, gaseosa y líquida que sean sostenibles en virtud de la Directiva de energías renovables deben ser declaradas fuentes de energía sostenibles a largo plazo», decía la carta firmada por la República Checa, Estonia, Finlandia, Hungría, Letonia, Lituania, Eslovaquia, Eslovenia, Suecia y Polonia.
La asociación sueca de la industria forestal ha criticado los criterios de economía circular establecidos en la taxonomía. “Los criterios sugeridos en el borrador del informe dan ventajas a los estados miembros con menos recursos naturales y mayor población y, en consecuencia, desventajas para estados miembros como Suecia, que tienen abundantes recursos naturales y menos población”, explicó Kai-Yee Thim, director de productos y seguridad en la Asociación Sueca de Industrias Forestales.
Finlandia y Suecia tendrían que reunir el apoyo de otros 13 estados de la UE que representen el 65% de la población total para bloquear el acto delegado propuesto.