El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, sumó su voz a la creciente lista de personas del ejecutivo de la UE que abogan por la edición genética, una medida condenada por los activistas que acusan a la Comisión de haber tomado una decisión sobre la tecnología, dijo Euroactiv.
Según el medio, las palabras del mandatario fueron dichas durante un evento de alto nivel sobre biotecnologías modernas en la agricultura, que tuvo lugar el 29 de noviembre, con el objetivo de proporcionar un foro para un debate «transparente y constructivo» sobre cómo la UE podría desarrollar un marco regulatorio sobre plantas obtenidas a través de las nuevas técnicas genómicas (NGT).
“El trabajo preliminar ya ha revelado que las plantas obtenidas a través de las nuevas técnicas genómicas tienen el potencial de contribuir a los objetivos de una producción agroalimentaria más resiliente y sostenible”, dijo Timmermans, señalando ejemplos como una mayor resistencia de las plantas a plagas, enfermedades y condiciones ambientales como las sequías más intensas y prolongadas causadas por los efectos del cambio climático.
“Esto es muy prometedor”, dijo, y agregó que esto debe hacerse de una manera que no reduzca la seguridad y también debe emplearse en paralelo con todos los demás esfuerzos para mejorar las prácticas agrícolas de sostenibilidad.
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Haciendo referencia a las ambiciones de sostenibilidad descritas en la política de alimentación y agricultura insignia de la UE, la Estrategia de la granja a la mesa (Farm to Fork), Timmermans dijo que el trabajo en las NGT «claramente será parte de esas acciones».
Calificó el evento como un «hito» en el diálogo sobre la biotecnología, y agregó que la UE debería «explorar adecuadamente su potencial en el desarrollo de productos sostenibles».
De acuerdo a Euroactiv, la comisionada de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, también apoyó esta herramienta biotecnológica. Hizo hincapié en que las NGT son parte de la innovación que puede ayudar a «promover nuestros objetivos en el marco del Pacto Verde Europeo y la Estrategia de la granja a la mesa».
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“Todos compartimos el compromiso de hacer que nuestro sistema alimentario sea más sostenible. Somos conscientes de lo difícil que será esto. Se deben explorar todas las herramientas que contribuyan a esta transición de manera justa, sostenible y segura”, agregó.Kyriakides también señaló que es «nuestra responsabilidad es crear las condiciones para el desarrollo de productos que pueden traer beneficios sostenibles para nuestra Unión y más allá».
Un tema controvertido
El tema de la edición de genes en la agricultura de la UE ha ocupado un lugar central desde que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó en 2018 que los organismos obtenidos mediante técnicas de fitomejoramiento por mutagénesis son considerados como organismos genéticamente modificados (OGM) y deberían, en principio, estar sujetos a la Directiva de OGM. Esto significa que reciben el mismo tratamiento que los OGM a los cuales se le han introducido organismos de otras especies.
El fallo, ampliamente acogido por la sociedad civil pero fuertemente impugnado por la industria de la biotecnología, llevó a la Comisión a solicitar un estudio para ofrecer “claridad jurídica” sobre el estado de las nuevas técnicas de edición de genes.
El esperado estudio , publicado en abril de este año, concluyó que el marco legal actual que rige las nuevas técnicas genómicas (TNG) es insuficiente e indicó que se deben considerar nuevos instrumentos de política para cosechar los beneficios de esta tecnología.
Esta Comisión está revisando actualmente las normas de la UE sobre tecnología, y recientemente lanzó una consulta pública sobre el tema, que está diseñada para alimentar esta revisión.
Cuestionamiento de ambientalistas
Esta no sería la primera vez que la Comisión ha expresado opiniones favorables sobre la tecnología, lo que ha provocado críticas de la sociedad civil de que el resultado de la discusión ya es una conclusión inevitable.
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Amigos de la Tierra Europa, acusando a la Comisión de «ceder» al lobby de la biotecnología, advirtió que la Comisión está «allanando el camino para la desregulación de una nueva ola de transgénicos» a pesar de las crecientes preocupaciones.
Recientemente, más de 69.000 ciudadanos expresaron su oposición a la desregulación de la tecnología en la consulta pública sobre el tema, exigiendo que la UE aplique las leyes de etiquetado y seguridad de OGM existentes.
En la misma línea, los ministros de Austria, Alemania, Hungría y Luxemburgo han estado pidiendo controles de seguridad claros, etiquetado y el principio de precaución que se aplicará a las nuevas tecnologías de edición de genes, señala el grupo.
Cuando se le preguntó si la Comisión ya había decidido desregular las NGT, Kyriakides dijo que se trataba de un «claro no». “Lanzar una acción política no significa que hayamos tomado la decisión de desregular”, dijo, y agregó que se examinarán todas las opciones, incluido el mantenimiento de la situación actual.
