Un nuevo proyecto de Ley en Brasil presentado en la Cámara de Diputados por el legislador demócrata por el estado de Paraíba v busca que más de 60.000 productores de caña de azúcar puedan ser alcanzados por los beneficios que otorga el Programa Nacional de Biocombustibles de Brasil (RenovaBio) que tiene como propósito descarbonizar el transporte.
En 2019 Brasil implementó el Programa RenovaBio que habilita a las empresas productoras de combustibles renovables a emitir certificados de descarbonización llamados CBIOS en forma proporcional a la reducción de emisiones en comparación con su alternativa fósil. Los distribuidores de combustibles deben demostrar el cumplimiento de sus metas mediante la adquisición de estos de CBIOS, que se comportarán como activos financieros y son negociados en la bolsa.
RenovaBio evalúa la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en todo el ciclo de producción del biocombustible, desde su materia prima hasta su comercialización. De esta forma, cuanto más eficiente sea una refinería, mayor cantidad de CBIOS obtendrá por litro de biocombustible, incrementando sus ingresos.
La inclusión del productor rural es necesaria para garantizar la recepción de los Créditos de Descarbonización (CBios), que actualmente está restringido a los ingenios, a pesar de que fabrican biocombustibles con materia prima, como la caña de azúcar, que es abastecida por alrededor de 60 mil productores de caña de azúcar.
La Federación de Plantadores de Caña de Azúcar de Brasil (Feplana) dice que el dictamen restablece los pilares socioeconómicos de RenovaBio cuando fue concebido y aprobado en 2017, incluyendo tales beneficios para toda la cadena productiva.
Sin este cambio, CBios termina siendo un mercado exclusivo para los ingenios. En Brasil, hasta el momento, solo dos ingenios han pagado el 100% de los CBios que los productores de caña de azúcar debían recibir proporcionalmente a la caña suministrada por la producción de etanol, uno de los biocombustibles que es referencia para que el ingenio emita y reciba CBios pagado por los distribuidores de combustibles fósiles.
El proyecto de Ley garantiza que los agricultores reciban al menos un índice del 80%. “El sector de la caña de azúcar quería más, pero es una buena proporción porque algunos ingenios no querían pagar y otros estaban imponiendo lo que querían”, informa Alexandre Andrade Lima, presidente de Feplana.
El proyecto deberá recorrer distintas comisiones para llegar a su votación en la Cámara de Diputados.
Feplana destacó la importante unión de las entidades cañeras. “Esta previsión del 80% de CBios sólo es posible ahora gracias a la confianza de la mayoría de los 60.000 productores de caña de azúcar de Brasil en sus asociaciones profesionales, lideradas por Feplana, Orplana y Unida. Sin mencionar el gran apoyo de la Comisión de la Caña de Azúcar de la CNA”, dice Lima, quien ya se moviliza para los próximos pasos de sensibilización de los parlamentarios en las Comisiones correspondientes de la Cámara.