martes, febrero 18, 2025
 

Nueva York se convierte en el primer estado en prohibir el gas natural

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El estado de Nueva York ha dado un gran paso en su lucha contra el cambio climático al prohibir el uso de combustibles fósiles en la mayoría de los nuevos edificios a partir de 2026. La decisión histórica es considerada una victoria para los activistas ecologistas, aunque enfrenta la oposición del sector de los combustibles fósiles y los republicanos que se resisten a aceptar la realidad de la crisis climática.

Estados Unidos es el principal productor de gas natural del mundo y con la invasión rusa de Ucrania, en 2022 se convirtió en el principal exportador de GNL (gas natural licuado).

El presidente del Congreso del estado, Carl Heastie, destacó que cambiar las formas en que generamos y utilizamos la energía para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles contribuirá a garantizar un entorno más saludable para nosotros y nuestros hijos. La nueva ley entrará en vigor en 2026 para los nuevos edificios de menos de 7 plantas y para 2029 para los más altos, sustituyendo el gas, que es utilizado para calefacción y cocina por fuentes renovables.

Si bien Nueva York es el primer estado en aprobar una ley de este tipo, otras ciudades han liderado el camino. En 2019, Berkeley se convirtió en la primera ciudad de EE. UU. en aprobar un código que prohíbe las conexiones de gas natural en edificios nuevos. Otras ciudades, incluidas San Francisco en 2020 y la propia ciudad de Nueva York en 2021, siguieron rápidamente su ejemplo.

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Los hospitales, infraestructuras esenciales y restaurantes quedarán exceptuados de estas medidas. La ley no afectará a los edificios existentes, pero podría socavar el dominio del gas en el estado, donde 3 de cada 5 viviendas dependen de este combustible fósil y contaminante para la calefacción. Los edificios ya construidos no se verán afectados por la nueva ley, pero con el tiempo se espera que estas medidas se extiendan por todo el país.

La nueva ley también afecta a las calefacciones de diésel y propano, combustibles muy utilizados en particular en las zonas rurales del estado. Los críticos sostienen que la ley limita la elección de los consumidores y aumentará las facturas, ya que la energía eléctrica es más cara que el gas.

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Sin embargo, el nuevo presupuesto estatal de 229.000 millones de dólares aprobado por el parlamento contempla la creación de un Fondo de Acción Climática para ayudar al Estado en la transición energética hacia fuentes más limpias y sostenibles, con el fin de cumplir sus metas de reducir en 85% las emisiones de gases con efecto invernadero para 2050.

Como parte de esas metas, en diciembre del 2021 el estado aprobó una legislación que exige que el heating oil o aceite de calefacción, contenga un mínimo de 5% de biodiesel. La medida es progresiva y eleva la mezcla mínima a 10% para 2025 y 20% de biodiesel para 2030.

Además de prohibir el gas natural, el acuerdo presupuestario de Nueva York impulsa otros esfuerzos contra el cambio climático, incluida la creación de proyectos de energía renovable de propiedad pública que crearían empleos ecológicos, así como un programa de capitalización e inversión que haría que las empresas con una mayor huella de carbono compraran permisos para contaminar. Los ingresos que recauda el programa cap-and-invest se destinarían a iniciativas que compensen el impacto de la contaminación que calienta el planeta.

 
 
 

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