La Agencia Internacional de Energía (IEA), el organismo creado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para coordinar las políticas energéticas de sus países miembros, ha dedicado por primera vez una sección especial para el biogás y el biometano en su reporte anual de energías renovables, lo que resalta el sólido crecimiento que viene expermientando el sector en los últimos años.
El su ‘Informe de Energías Renovables 2023’, la IEA proyecta el despliegue de tecnologías de energía renovable en electricidad, transporte y calefacción hasta el 2028, abordando desafíos e identificando áreas de crecimiento. La inclusión del biogás y biometano en este documento ha sido calificada como un «enorme hito» por la Asociación Mundial de Biogás (WBA).
Charlotte Morton OBE, Directora Ejecutiva de la WBA, destaca que la IEA no solo dedica un espacio significativo a la contribución de la industria ante las crisis económicas y ambientales mundiales, sino que anticipa que la tasa de crecimiento del sector se acelerará del 19% registrada entre 2017 y 2022 al 32% entre 2023 y 2028. Este impulso lo atribuye a nuevas políticas implementadas en más de 13 países durante el último año.
A pesar de este potencial de crecimiento, el informe subraya la necesidad de un ritmo aún más rápido para alcanzar el objetivo de Cero Neto para 2030.
El artículo señala que, aunque la producción de biogás se inició en la década de 1990, el respaldo político ha experimentado un notable aumento en los últimos dos años debido a preocupaciones por seguridad energética y la necesidad de limitar el calentamiento global a 1.5°C, impulsados por eventos como la invasión rusa de Ucrania.
Además de su papel como fuente de energía doméstica limpia, el biogás puede desempeñar un papel crucial en la descarbonización de sectores difíciles de electrificar, como el transporte y la industria.
El informe destaca que tanto el biogás como el biometano no solo reducen las emisiones de CO2 de la combustión de combustibles fósiles, sino también las emisiones de metano de sectores clave, como residuos y agricultura/ganadería, responsables del 60% de las emisiones globales de metano causadas por actividades humanas.
Esto alinea con el Compromiso Global del Metano (GMP), un marco voluntario lanzado en la COP26 para reducir las emisiones de metano en un 30% respecto a los niveles de 2020, respaldado por más de 150 países.
La producción global combinada de biogás y biometano ha experimentado un aumento del 17% desde 2017, superando los 1.6 EJ (exajulios) en 2022. Europa lidera con casi la mitad de la producción, seguida por China, EE. UU. e India.
La IEA prevé que el mayor crecimiento del biogás en los próximos cinco años se dará en Europa y América del Norte, gracias a la infraestructura y experiencia establecidas. En EE. UU., el nuevo apoyo político federal y estatal se espera que impulse una expansión significativa en la producción de biogás y gas natural renovable (RNG) hasta 2028.
En Europa, se anticipa que el biometano impulsará la mayor parte del crecimiento, especialmente en mercados clave como Alemania, donde el transporte será el impulsor principal del RNG. Históricamente, la producción de electricidad ha liderado la expansión del biogás en Europa.
Las proyecciones del informe y el compromiso creciente de los gobiernos a nivel mundial generan confianza en la capacidad del sector de biogás y biometano para cumplir con su potencial y contribuir significativamente a los compromisos climáticos globales.
Según investigaciones recientes, se estima que el mercado global de biogás alcanzó los U$S 65 mil millones en 2023, con una proyección de expansión a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 4.2% desde 2024 hasta 2030.
Una copia completa del informe está disponible en el sitio web de la AIE.