El futuro del biometano en Brasil se presenta prometedor, con un potencial que podría transformar la matriz energética del país y contribuir significativamente a la sostenibilidad ambiental. La presidenta ejecutiva de la Asociación Brasileira de Biogás (Abiogás), Renata Isfer, pronosticó que en los próximos cinco años la producción nacional crecerá 7 veces y que, con las políticas públicas adecuadas, podría llegar fácilmente a cubrir el 10% de la demanda total de gas natural.
Crecimiento exponencial de la producción
Según Isfer, la producción actual de biometano es de 1 millón de metros cúbicos por día, se espera que este cifre se eleve a 7 millones de metros cúbicos diarios para el año 2029, gracias a proyectos anunciados que podrían impulsar un crecimiento del sector del 600%.
En la actualidad, Brasil cuenta con 20 plantas de biometano, de las cuales solo 6 comercializan el gas. Según las previsiones, para 2029 se espera que el número de unidades productoras destinadas a la comercialización alcance las 90. Este crecimiento se sustentará en un 52% de residuos de saneamiento y un 42% de bagazo producido por el sector sucroalcoholero.
En una entrevista con el medio local Poder360, Isfer destacó que, con incentivos y políticas adecuadas, el potencial podría aumentar hasta alcanzar los 30 millones de metros cúbicos diarios. Esto se considera un escenario conservador frente al techo de producción, que podría llegar a 120 millones de metros cúbicos diarios.
La Abiogás ha evaluado el potencial máximo del biogás, derivado del biometano, a partir de residuos de saneamiento y agroindustriales. Este estudio sugiere que el límite podría ser de 120 millones de metros cúbicos de biometano y 240 millones de metros cúbicos de biogás.
Si se confirma el crecimiento proyectado, el biometano representaría aproximadamente el 10% del uso actual de gas natural en Brasil. Esto se convertiría en una alternativa a las importaciones de gas de Bolivia y GNL (Gas Natural Licuado) por barco, ayudando a cubrir la demanda nacional de gas, ya que la mitad del gas extraído en Presal es reinyectado en los yacimientos.
El potencial del «Presal Caipira»
Isfer enfatiza la oportunidad única del «Presal Caipira», un apodo que se ganó el biogás producido en los ingenios azucareros haciendo referencia a los gigantescos yacimientos hidrocarburíferos descubiertos desde 2006 por su elevado potencial productivo.
El gas de Presal se extrae asociado a la explotación de petróleo, pero su elevado costo de transporte desde 250 km de la costa y una gran profundidad lo vuelve antieconómico, por eso aproximadamente la mita es reinyectado, lo cual contribuye a aumentar la presión interna del pozo y facilitar la extracción de petróleo.
“Cuando nos fijamos en la producción de gas natural, cuando hay reinyección, ese gas se almacena ahí. No vale la pena sacarlo hoy, pero queda ahí. Cuando nos fijamos en el biometano, como se produce a partir de desechos, si no se produjo este año, esos desechos se eliminarán. No estarán más disponibles porque nadie almacenará residuos. Entonces te perderás la oportunidad de utilizarslo”, afirma.
Y añade: “Siempre hemos estado muy preocupados por el flujo de gas natural desde el presal, que se ha discutido durante tanto tiempo, pero nadie ve realmente la oportunidad que tenemos en este país del Presal Caipira. Que es una cantidad de gas aún mayor que la que hay en el presal, que está más cerca de la demanda y el costo de la infraestructura es mucho más barato.”
Desafíos y oportunidades del biometano
A pesar de los desafíos asociados con el alto costo inicial de implementación de las plantas de biometano, Isfer destaca su impacto ambiental positivo. Con el tiempo y la escalabilidad, la eficiencia tecnológica tiende a reducir los costos de producción. La ejecutiva aboga por políticas públicas que respalden la demanda firme del biometano, sugiriendo su participación en el mercado de gas natural, al igual que el etanol y el biodiesel.
Contribución a la Descarbonización
En el caso del biogás, se propone que las plantas reciban beneficios en subastas de energía por su contribución a la descarbonización. Este enfoque no solo promueve la sostenibilidad ambiental sino que también refuerza la posición del biometano como una alternativa clave en el sector energético brasileño.