En un movimiento estratégico significativo, la multinacional energética BP está evaluando la expansión y diversificación de sus operaciones de biocombustibles en Brasil tras adquirir la totalidad de BP Bunge Bioenergia, una empresa conjunta que hasta ahora compartía con Bunge Global SA. Esta adquisición, anunciada recientemente, marca un hito en los planes de BP para fortalecer su presencia en el sector de la bioenergía en América del Sur.
BP Bunge Bioenergia, formada en 2019, ha consolidado los negocios de bioenergía y etanol de caña de azúcar de ambas compañías, con un total de 11 ingenios ubicados en las regiones Sudeste, Norte y Medio Oeste de Brasil. Se espera que el cierre de la transacción se complete en el cuarto trimestre de 2024, momento en el cual BP poseerá el 100% de la empresa.
Greg Heckman, CEO de Bunge, comentó sobre la decisión estratégica: «Estamos satisfechos con el desempeño del negocio y el excelente trabajo que el equipo ha realizado para posicionarse como líder en azúcar y bioenergía desde la creación de esta empresa conjunta con BP. Sin embargo, este negocio no forma parte de la estrategia a largo plazo de Bunge, y esta transacción nos permitirá enfocarnos e invertir en nuestras actividades principales, fortaleciendo así nuestro balance financiero».
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La transacción, que representa el último evento de monetización de la participación de Bunge en el negocio, se estima que genere ingresos netos cercanos a los 800 millones de dólares, dependiendo del momento del cierre y los ajustes habituales. El cierre está sujeto a condiciones habituales, incluida la aprobación regulatoria requerida.
BP ha manifestado su intención de aprovechar la sólida base de biocombustibles de la empresa en Brasil, un complejo industrial con 11 plantas en cinco estados dedicadas al procesamiento de caña de azúcar, para desarrollar proyectos clave que respalden su visión ampliada de la bioenergía. Entre estos proyectos se incluyen la producción de etanol de segunda generación, combustibles de aviación sostenibles (SAF), e-fuels y biogás.
Esta estrategia de BP sigue la línea de otras grandes compañías, como Shell, que en asociación con la gigante brasileña del azúcar y el etanol Cosan, formaron Raizen SA, responsable del programa de etanol celulósico más grande del mundo.
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En declaraciones recogidas por Reuters, Soren Jansen, experto en biocombustibles dijo que «Los biocombustibles efectivos, aquellos que realmente contribuyen al ahorro de emisiones, siguen siendo considerados de gran importancia. La cadena de suministro de alcohol a combustible para aviones es muy costosa de construir, y el respaldo financiero de las grandes petroleras está acelerando este proceso, inicialmente en Brasil, Estados Unidos, Europa y Japón».
Mientras muchas empresas procesadoras de caña de azúcar en Brasil han aumentado su capacidad para producir azúcar en lugar de etanol, debido a los altos precios internacionales del edulcorante, BP apuesta por una dirección opuesta, enfocándose en la innovación y la sostenibilidad dentro del sector de los biocombustibles.
Este movimiento estratégico de BP no solo refuerza su posición en el mercado brasileño de biocombustibles, sino que también promueve el desarrollo de tecnologías avanzadas que podrían tener un impacto significativo en la reducción de las emisiones de carbono a nivel global.


