En un paso crucial hacia la mitigación del cambio climático, la Comisión Europea ha dado luz verde al ambicioso plan de Suecia para apoyar la captura y almacenamiento de CO2 biogénico mediante una inversión de €3 mil millones (SEK 36 mil millones). Este esquema, diseñado para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) derivadas de la combustión o procesamiento de biomasa, contribuirá no solo a los objetivos climáticos de Suecia, sino también a los objetivos estratégicos de la UE bajo el Pacto Verde Europeo, en particular la meta de neutralidad climática para 2050.
El plan sueco, notificado a la Comisión Europea, tiene como objetivo principal facilitar la captura y almacenamiento permanente de CO2 biogénico, promoviendo así la confianza de los inversores en la tecnología de CCS (Captura y Almacenamiento de Carbono), reduciendo costos para futuras aplicaciones y facilitando el desarrollo de una cadena de valor de CCS en la UE.
Según lo establecido, la Comisión Europea otorgará la ayuda financiera que se distribuirá a las empresas a través de un proceso de licitación competitiva, con la primera subasta prevista para 2024. Las empresas que operen en Suecia y emitan CO2 biogénico podrán participar, siempre que implementen proyectos con capacidad para capturar y almacenar al menos 50.000 toneladas de CO2 biogénico anualmente.
Los beneficiarios del plan recibirán subvenciones por tonelada de CO2 biogénico almacenado de manera permanente, bajo contratos de 15 años. Estas subvenciones estarán sujetas a ajustes según los ingresos potenciales derivados de los proyectos (como certificados voluntarios de eliminación de carbono) y otros apoyos públicos recibidos para el mismo fin.
El esquema estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2028 y se espera que contribuya significativamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de Suecia en un 85% para 2045, comparado con los niveles de 1990. Además, jugará un papel crucial en el avance hacia la neutralidad climática para 2050, un objetivo central del Pacto Verde Europeo.
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La evaluación de la Comisión Europea destacó que el plan sueco cumple con las normativas de ayudas estatales de la UE, específicamente el artículo 107(3)(c) del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y las Directrices sobre ayudas estatales para la protección del clima, el medio ambiente y la energía. Se determinó que el esquema es necesario para incentivar las inversiones en proyectos de CCS biogénico, con un efecto de incentivo claro, y un impacto limitado en la competencia y el comercio dentro de la UE.
Este paso hacia adelante no solo refuerza los compromisos climáticos de Suecia, sino que también sienta un precedente importante en el marco del Pacto Verde Industrial de la UE. Con este tipo de iniciativas, la UE avanza hacia sus objetivos de neutralidad climática y demuestra un compromiso continuo con la transición hacia una economía más verde y sostenible.