No todos los días una startup desconocida consigue el respaldo de una de las iniciativas climáticas más influyentes del mundo. Mucho menos si su objetivo es tan ambicioso como prescindir del aceite de palma y de la manteca de cacao, dos pilares invisibles pero omnipresentes en la industria alimentaria, cosmética y farmacéutica global. Y sin embargo, eso es exactamente lo que logró Terra Oleo, una joven empresa de biotecnología con sede en Singapur, al ser seleccionada por el prestigioso programa Breakthrough Energy Fellows, creado por Bill Gates para acelerar tecnologías capaces de reducir emisiones a escala masiva.
Pero Terra Oleo no solo llega con un sello de aprobación. Llega con una plataforma tecnológica concreta, validada por acuerdos con empresas del sector y respaldada por una ronda de inversión de 3,1 millones de dólares. Una herramienta fermentativa capaz de rediseñar los lípidos que usamos todos los días, eliminando los impactos ambientales y económicos del modelo actual.
Una industria bajo presión: el contexto detrás del problema
Antes de comprender el impacto de Terra Oleo, hay que entender por qué el mundo necesita con urgencia nuevas formas de producir grasas. El aceite de palma y la manteca de cacao son ingredientes esenciales en productos que usamos a diario: chocolates, cremas, champús, cosméticos, medicamentos. Sin embargo, sus cadenas de suministro enfrentan una crisis estructural. En 2024, las existencias finales de cacao cayeron un 26 %, mientras que el precio en los mercados a futuro alcanzó récords históricos. Al mismo tiempo, las exportaciones mundiales de aceite de palma disminuyeron un 5,83 % interanual debido a restricciones de producción, presión ambiental y aumento de la demanda.
Estos insumos no solo están expuestos a la volatilidad del clima y los mercados, sino que también dependen de prácticas agrícolas intensivas que exigen grandes extensiones de tierra, en su mayoría ubicadas en regiones tropicales cada vez más amenazadas por la deforestación. El resultado es una tormenta perfecta: precios inestables, regulaciones más estrictas, consumidores más exigentes y un modelo productivo cada vez menos viable.
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Fermentación de precisión: cuando la biotecnología reemplaza a la agricultura
Es en este escenario que Terra Oleo presenta su solución disruptiva. En lugar de cultivar grasas, las produce a través de un proceso de fermentación de precisión, una técnica que redefine el rol de los microorganismos en la industria alimentaria y cosmética. A diferencia de la fermentación tradicional, que convierte azúcares en alcoholes o ácidos, esta versión avanzada utiliza ingeniería genética y sintética para programar microorganismos capaces de sintetizar lípidos específicos a partir de residuos agroindustriales.
La plataforma desarrollada por Terra Oleo se describe como “tunable” o ajustable, porque permite diseñar perfiles lipídicos a medida. Esto significa que puede replicar —y en muchos casos superar— las propiedades funcionales y sensoriales del aceite de palma o de la manteca de cacao, adaptándose a diferentes aplicaciones industriales. Desde la textura de una crema hasta el punto de fusión de un chocolate, sus lípidos fermentados ofrecen equivalencia total sin depender de cultivos tropicales ni de procesos químicos intensivos.
Qué la hace distinta: eficiencia, escalabilidad y sostenibilidad
El diferencial de Terra Oleo no está solo en la promesa, sino en la ejecución. Su plataforma elimina etapas críticas del proceso convencional: no requiere hidrogenación, ni refinado energético, ni fraccionamiento físico-químico. Tampoco genera subproductos tóxicos ni residuos peligrosos. Al trabajar con residuos agrícolas como materia prima, reduce la presión sobre la tierra cultivable y se integra en modelos de economía circular.
A nivel económico, su propuesta mejora notablemente la ecuación: menos insumos, menos energía, más rendimiento y mayor control de calidad. Esto no solo hace viable su adopción a gran escala, sino que la convierte en una opción atractiva para empresas que enfrentan costos crecientes y una presión creciente para reducir su huella ambiental.
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Apuesta estratégica: capital, alianzas y validación industrial
El respaldo obtenido por Terra Oleo no es menor. La empresa anunció su salida del modo sigiloso con una ronda de financiamiento semilla por US$3,1 millones, aportados por ADB Ventures, The Radical Fund, Elev8.vc, Better Bite Ventures y un inversor estratégico vinculado al sector del aceite de palma. Pero quizás más importante que el capital es la red que está construyendo: ya firmó acuerdos de prueba de productos con líderes globales y regionales en los sectores de oleoquímicos, alimentos, cosmética y cuidado personal.
Esto significa que su tecnología no es una mera hipótesis de laboratorio: ya está siendo validada en formulaciones reales, por actores que conocen a fondo las exigencias del mercado.
El espaldarazo de Breakthrough Energy
La inclusión de Terra Oleo en el programa Fellows 2025 de Breakthrough Energy marca un hito importante. Esta iniciativa, impulsada por Bill Gates, busca identificar y acompañar a innovadores que estén desarrollando soluciones tecnológicas capaces de reducir emisiones de gases de efecto invernadero a escala de gigatoneladas. El proceso de selección es extremadamente competitivo y se basa en la viabilidad técnica, el potencial de impacto climático y la escalabilidad del proyecto.
“Estamos honrados de trabajar con fundadores que enfrentan los desafíos más difíciles del clima y la energía en todo el mundo”, afirmó Ashley Gross, vicepresidenta de Breakthrough Energy. Con este respaldo, Terra Oleo se prepara para escalar desde el laboratorio hacia pilotos industriales, mientras avanza en validaciones técnicas con clientes y en el desarrollo de formulaciones personalizadas.
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Un equipo con visión integral y conocimiento sectorial
Fundada por Shen Ming Lee, Boon Uranukul (PhD) y Min Hao Wong (PhD), Terra Oleo combina ciencia de frontera con comprensión del mercado. Su equipo une experiencia en biología sintética, ingeniería microbiana y estrategia empresarial, lo que les permite tanto innovar tecnológicamente como integrarse a los ecosistemas industriales existentes. Lejos de querer reemplazar la industria oleoquímica, su enfoque es complementarla con soluciones limpias, eficientes y económicamente viables.
“Fundamos Terra Oleo para reinventar cómo producimos las grasas y aceites que usamos todos los días”, explicó Shen Ming Lee, cofundadora y CEO de la empresa. “Con el apoyo del programa Breakthrough Energy Fellows y de nuestros inversores, estamos emocionados por llevar al mercado alternativas escalables y sostenibles, y colaborar con socios para descarbonizar el aceite de palma y el cacao”.
Un futuro post-palma, post-cacao
El impacto potencial de esta tecnología va mucho más allá de un reemplazo funcional. Según estimaciones de la propia empresa, si se adopta a gran escala, su plataforma podría eliminar hasta 900 millones de toneladas de CO₂ por año en las cadenas de suministro de aceite de palma y manteca de cacao. Esto representa un salto cualitativo en la lucha contra el cambio climático y una oportunidad real de repensar las bases materiales de la industria alimentaria, cosmética y farmacéutica global.
Mientras se prepara para la siguiente etapa, Terra Oleo mantiene abiertas sus puertas a nuevos socios: empresas interesadas en testear sus ingredientes, co-desarrollar lípidos personalizados o acelerar la transición hacia un modelo más limpio, más seguro y más resiliente.