Imaginemos la góndola de un supermercado cualquiera. En medio de los colores brillantes y los envases familiares, un nuevo formato se destaca, no solo por su diseño atractivo, sino por una promesa implícita: consumir con responsabilidad. Así se presenta la última innovación de Mastellone Hnos., una de las empresas lácteas más emblemáticas de Argentina, que acaba de lanzar al mercado el primer pote “encartonado” del país para su reconocida línea de quesos untables Finlandia.
Lejos de ser solo un cambio estético, esta evolución en packaging representa un verdadero hito en la industria alimentaria local, al conjugar tres pilares esenciales: reducción del impacto ambiental, mejora en la experiencia del usuario y un sólido avance tecnológico. El envase, desarrollado en colaboración con Envases Group —compañía especializada en soluciones de packaging sostenibles—, propone un diseño inédito que se posiciona como referencia para el futuro del consumo responsable.
Un envase, dos materiales y muchas ventajas: así funciona el pote encartonado
La innovación radica en una solución simple a primera vista, pero compleja en su desarrollo: un pote plástico recubierto por una faja de cartón desmontable. Esta estructura bicomponente permite reducir significativamente el uso de plástico virgen en cada unidad, al tiempo que facilita su posterior reciclado por fracción, ya que los materiales pueden separarse manualmente con facilidad.
“El desarrollo del primer pote encartonado del país es un paso concreto hacia una industria más sustentable, y un reflejo de nuestro compromiso con el futuro. Queremos ofrecerle al consumidor una experiencia cada vez mejor, cuidando al mismo tiempo a nuestro planeta”, afirmó Luis Demicheli, Gerente de Sustentabilidad de Mastellone Hnos., destacando la ambición y el alcance de este proyecto.
Desde el punto de vista técnico, el desafío fue multidisciplinario. Gastón Domínguez, Jefe de Desarrollo de Packaging de la compañía, remarcó que “el desarrollo de este pote no fue solo una tarea de Investigación y Desarrollo, sino que todas las áreas se involucraron para asegurar la inocuidad, conservación del producto, buena performance industrial y una presentación en el punto de venta de gran impacto”.
Esta colaboración interna no solo permitió garantizar la calidad y seguridad del alimento, sino también avanzar sobre varios de los pilares del “Plan de Packaging 2030” de la compañía, una hoja de ruta hacia un modelo de envases más sustentables. Entre los logros concretos, destacan la disminución en el uso de plástico virgen y un mayor aprovechamiento de materiales de origen renovable y fuentes sustentables.
Más que un envase: comunicación, diseño y placer de siempre
El nuevo pote no solo contribuye al cuidado del ambiente, sino que también mejora la experiencia del consumidor desde el punto de vista visual y funcional. Su calidad de impresión en alta definición no solo genera mayor impacto en góndola, sino que permite reforzar la identidad visual de cada variedad del producto y comunicar sus características diferenciales de forma más clara y atractiva.
Esta estrategia se complementa con la diversidad de la línea Finlandia, que mantiene sus tres variedades tradicionales —Clásico, Light y Más Liviano—, pensadas para distintos momentos del día y estilos de consumo. El Clásico ofrece un sabor intenso y textura firme, ideal para quienes buscan placer sin restricciones. La opción Light se presenta como el equilibrio justo entre sabor y liviandad, perfecta para desayunos o meriendas, mientras que la versión Más Liviano se destaca por su versatilidad y suavidad, ideal para wraps, tartas o platos ligeros.
Una apuesta que marca tendencia en la industria alimentaria
Con esta apuesta, Mastellone Hnos. —empresa fundada en 1929 y reconocida por marcas emblemáticas como La Serenísima— reafirma su liderazgo no solo en la calidad de sus productos, sino también en innovación sustentable. El pote encartonado de Finlandia no solo es un hito técnico, sino también una declaración de principios: se puede innovar sin resignar sabor, se puede cuidar el planeta sin perder eficiencia industrial, y se puede seducir al consumidor desde la sustentabilidad.
En un contexto global donde los envases plásticos están en el centro del debate ambiental, iniciativas como esta marcan el camino hacia un consumo más consciente y responsable. La bioeconomía, entendida como esa intersección virtuosa entre biología, tecnología y economía circular, encuentra en este tipo de avances ejemplos concretos de cómo transformar industrias tradicionales en motores de cambio positivo.
Mastellone no solo lanza un nuevo envase. Propone una nueva forma de mirar el futuro. Y ese futuro —más liviano, más sustentable y con el mismo sabor de siempre— ya está en nuestras heladeras.


