¿Y si el material del futuro no viniera de un laboratorio lleno de tubos de ensayo, sino del corazón de un árbol? ¿Y si el acero, ese símbolo de fortaleza industrial, pudiera ser reemplazado por algo mucho más ligero, cálido y renovable? Eso es lo que propone SUPERWOOD, un biomaterial que parece surgido de la ciencia ficción y que ya tiene fecha de lanzamiento comercial.
Detrás de esta proeza está InventWood, una startup estadounidense que lleva años perfeccionando un proceso que transforma la madera común en algo extraordinario: una estructura tan resistente como para doblarle la apuesta al acero, pero que sigue oliendo, sintiéndose y viéndose como madera.
La alquimia detrás de SUPERWOOD
El secreto no está en añadir, sino en quitar. Bajo la dirección del Dr. Liangbing Hu, InventWood desarrolló un proceso que extrae ciertas partes de la estructura celular de la madera, para luego comprimirla hasta el extremo. Así se obtiene un material que es 12 veces más fuerte y 10 veces más resistente que su versión original.
Y no solo se trata de fuerza bruta: su relación resistencia-peso es casi 10 veces mayor que la del acero, lo que abre un abanico de posibilidades arquitectónicas que antes eran impensables para la madera.
Lo fascinante es que, a pesar de este tratamiento intensivo, SUPERWOOD conserva la esencia de su origen: su textura, su calidez al tacto, su belleza natural. No es un sustituto de la madera: es una versión amplificada.
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Una fábrica en marcha y una inversión millonaria
La noticia que disparó los reflectores fue el anuncio de una ronda de financiamiento Serie A en la que InventWood recaudó 15 millones de dólares. Con este capital, la empresa pondrá en marcha su primera planta de producción comercial en Frederick, Maryland, con los primeros envíos previstos para el tercer trimestre de 2025.
En total, la startup ya suma más de 50 millones en inversiones, respaldada por instituciones como el Departamento de Energía de EE.UU., el Departamento de Defensa, y fondos como Grantham, Builders Vision y Baruch Future Ventures. No es solo una promesa verde: es una apuesta estratégica a escala nacional.
Más que un material: una declaración de principios
En tiempos de crisis climática y tensiones geopolíticas, SUPERWOOD propone una alternativa radical: construir con inteligencia biológica. La empresa ha optado por una cadena de suministro íntegramente estadounidense, desde los bosques gestionados con criterios sostenibles hasta el procesamiento final.
«Estamos priorizando lo local, no solo por sostenibilidad, sino porque creemos que cada tabla de SUPERWOOD debe ser impecable», dice Alex Lau, CEO de la compañía.
Y añade una frase que lo resume todo: “Esto no es solo ingeniería. Es un nuevo pacto con la naturaleza”.
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Lo que viene: alianzas y aplicaciones
InventWood no está sola en esta cruzada. Cerró una alianza estratégica con Intectural, un distribuidor clave en arquitectura sustentable, que será responsable de llevar el producto a los primeros mercados: construcción residencial y comercial donde se busque resistencia sin renunciar a la estética.
El ambientalista Paul Hawken, inversor del proyecto, lo define con admiración: “SUPERWOOD no reemplaza la madera: la exalta. Es el futuro del entorno construido”.
¿La era del acero natural?
Con desafíos por delante —como escalar la producción, conquistar normativas y convencer a los sectores más conservadores de la construcción—, SUPERWOOD inicia su camino comercial como una rareza convertida en promesa.
Pero si todo sale como esperan sus creadores, estaremos frente a una revolución silenciosa que, viga a viga, podría reescribir las bases materiales de nuestras ciudades. Y todo, a partir del poder dormido de un árbol.


