Scott Pruitt, el director de la Agencia de Protección Ambiental de EEUU, ha sugerido que el calentamiento global puede ser beneficioso para los humanos, niguneneando una vez más a la científicos que estudian el cambio climático.
Pruitt, quien previamente se había equivocado al negar que el dióxido de carbono sea un factor clave del cambio climático, nuevamente ha causado consternación entre los científicos al sugerir que el aumento de la temperatura de la tierra podría beneficiar a la civilización.
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El líder de EPA dijo que los humanos están contribuyendo al clima «hasta cierto punto», pero agregó: «Sabemos que los seres humanos han florecido más en tiempos de tendencias de calentamiento. Se hacen suposiciones de que el calentamiento climático necesariamente es algo malo».
«¿Sabemos cuál debería ser la temperatura ideal de la superficie en el año 2100 o el año 2018?», preguntó a una estación de televisión en Nevada . «Es bastante arrogante para nosotros pensar que sabemos exactamente la que debería ser en 2100″.
Pruitt dijo que quería un «debate honesto y transparente sobre lo que sabemos y lo que no sabemos, para que los estadounidenses puedan ser informados y tomar decisiones por sí mismos».
Bajo el liderazgo de Pruitt, EPA está evaluando organizar un debate televisado de «equipo azul vs equipo rojo» entre los científicos del clima y aquellos en contra de la ciencia, que niegan que la actividad del hombre está calentando el planeta.
Donald Trump también ha cuestionado en repetidas ocasiones a la ciencia del cambio climático y hasta ha estado twitteando durante la ola de frío en diciembre de que Estados Unidos «podría usar un poco de ese buen viejo Calentamiento Global que nuestro País, pero no otros, iba a pagar BIILLONES DE DÓLARES para protegerse contra«.
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EPA en sí mismo es inequívoca de que el aumento de las temperaturas y los cambios ambientales resultantes de esta, son un peligro para la salud humana a través de olas de calor, el smog por los aumentos de los incendios forestales, la concentración de smog, los fenómenos meteorológicos extremos, la propagación de enfermedades, las enfermedades transmitidas por el agua y la inseguridad alimentaria.
Esta serie de desafíos relacionados con la salud ha llevado a la revista médica The Lancet a afirmar que la lucha contra el cambio climático será «la mayor oportunidad de salud mundial del siglo XXI».
Los expertos en seguridad nacional, incluidos los del Pentágono, también advirtieron que el cambio climático creará un desafío humanitario en expansión, ya que millones de personas buscan como sobrevivir a magras cosechas, tierras inundadas, sequía y conflictos.
La investigación ha señalado algunos beneficios potenciales en ciertas regiones del mundo, como las áreas del Ártico que se abren a la agricultura y el transporte a medida que los suelos congelados se derriten y el hielo marino retrocede. También se espera que disminuyan las muertes por frío severo, aunque compensado por el aumento de la mortandad por olas de calor.
La civilización humana se desarrolló hasta ahora en un clima relativamente estable. Las temperaturas crecientes, de alrededor de 1C desde la revolución industrial, están llevando a la humanidad a un ambiente que nunca antes había experimentado. La última vez que las temperaturas de la superficie del mar fueron tan altas como ahora, fue hace unos 120,000 años, cuando los niveles del mar eran hasta 9m más altos que el promedio actual.
«A medida que las evidencias son cada vez más convincentes de que el cambio climático es real y causado por el hombre, las fuerzas de la negación recurren a argumentos engañosos, como ‘será bueno para nosotros'», dijo Michael Mann, científico del clima de la Universidad Estatal de Pensilvania.
«No hay consistencia en absoluto en sus diversos argumentos, aparte de que debemos continuar quemando combustibles fósiles».
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Desde que Trump lo nombró para dirigir la EPA, Pruitt supervisó la derogación o postergación de docenas de normas ambientales, incluido el plan de energía limpia de la administración Obama, que buscaba frenar las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas de carbón.
«Hubo una guerra declarada contra el carbón, una guerra contra los combustibles fósiles», dijo Pruitt en su entrevista en Nevada. «La EPA fue utilizada como arma de guerra contra ciertos sectores de nuestra economía y esa no es la función de un regulador. Las energías renovables deben ser parte de nuestra combinación de energía, pero pensar que será el combustible dominante es simplemente descabellado «.


