El estado de California ha dado un paso sin precedentes en su lucha contra la contaminación plástica al presentar una demanda contra Exxon Mobil, uno de los mayores productores mundiales de polímeros derivados del petróleo. La acción judicial, impulsada por el Fiscal General de California, Rob Bonta, busca responsabilizar a la gigante petrolera por décadas de engaños sobre el reciclaje de plásticos, lo que ha contribuido a la devastadora crisis ambiental que afecta tanto al estado como al planeta.
La verdad detrás del reciclaje de plásticos
El núcleo de la acusación sostiene que Exxon Mobil ha manipulado a los consumidores durante años, promoviendo la idea de que los plásticos son reciclables, cuando en realidad, la mayoría de estos productos no puede ser reutilizada de manera efectiva. Según Bonta, la empresa fomentó la creencia de que el reciclaje era la solución a la creciente contaminación plástica, mientras aumentaba su producción de plásticos en aproximadamente un 80% en la última década. Esta estrategia permitió a Exxon seguir lucrando a expensas del medio ambiente y de los ciudadanos de California, que pagan más de mil millones de dólares al año en esfuerzos de limpieza de plásticos.
El problema radica en que, a diferencia de materiales como el vidrio o el papel, los plásticos no están diseñados para ser reciclados masivamente. Solo un 9% de todos los plásticos generados en Estados Unidos han sido reciclados con éxito, mientras que el 91% restante termina en vertederos o incinerado, liberando más contaminación al ambiente. A pesar de estas cifras, Exxon Mobil ha continuado promoviendo campañas publicitarias que aseguran que sus plásticos pueden reciclarse «una y otra vez», un mensaje que, según el fiscal general, es completamente engañoso.
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La respuesta de Exxon Mobil
Ante la demanda, Exxon Mobil ha rechazado las acusaciones, alegando que el verdadero problema radica en la ineficacia del sistema de reciclaje de California. En un comunicado, la empresa argumentó que el estado ha fallado en mejorar sus sistemas de reciclaje y que la tecnología de «reciclaje avanzado» que están desarrollando es una solución real para el problema. Según la compañía, han logrado procesar más de 60 millones de libras (27 mil toneladas métricas) de desechos plásticos a través de este método, transformándolos en materiales reutilizables.
No obstante, la demanda revela que gran parte de los plásticos procesados mediante este «reciclaje avanzado» no termina siendo reciclado en productos plásticos nuevamente, sino que es incinerado para obtener combustible, lo que contraviene las promesas de Exxon Mobil sobre la sostenibilidad de esta tecnología.
¿Un precedente para el futuro?
Grupos ambientalistas han recibido la noticia con optimismo, considerándola un golpe necesario contra una industria que, durante décadas, ha evadido su responsabilidad sobre la contaminación plástica. Judith Enck, expresidenta regional de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. y actual presidenta de Beyond Plastics, calificó la demanda como «la acción legal más importante emprendida contra la industria del plástico en toda su historia». Enck subraya que la industria ha sido consciente durante años de que los plásticos no se reciclan de manera efectiva, pero aun así invirtió millones de dólares en campañas para convencer al público de lo contrario.
La demanda también resalta la influencia de Exxon Mobil en la creación del símbolo de reciclaje triangular, conocido como «las flechas perseguidoras», que aparece en muchos productos plásticos, lo que ha llevado a los consumidores a creer que esos productos son reciclables, cuando en realidad no lo son. Este tipo de manipulación ha retrasado las regulaciones necesarias y ha colocado la carga del problema sobre los consumidores en lugar de sobre los verdaderos responsables: los productores de plásticos.
El impacto de la demanda en la lucha contra el plástico
El juicio no solo busca que Exxon Mobil ponga fin a sus «prácticas engañosas» sobre el reciclaje, sino que también solicita la creación de un fondo de mitigación para financiar la limpieza de la contaminación plástica en el estado. Si la demanda tiene éxito, podría sentar un precedente para que otros estados y entidades demanden a las grandes corporaciones petroleras por su papel en la crisis global de los residuos plásticos.
El caso también llega en un momento crucial, con el creciente reconocimiento del impacto de los microplásticos en el medio ambiente y la salud humana. Investigaciones recientes han revelado que los plásticos nunca se descomponen por completo, sino que se fragmentan en micropartículas que ahora están presentes en todos los rincones del planeta, desde las profundidades oceánicas hasta la cima de las montañas más altas, e incluso dentro de los cuerpos humanos.
¿El fin de la era del plástico?
La presentación de esta demanda se suma a los esfuerzos legislativos de California para reducir la contaminación en su origen. La Ley de Prevención de la Contaminación Plástica y Responsabilidad del Productor, recientemente aprobada, tiene como objetivo trasladar el costo de la gestión de los residuos plásticos desde los consumidores y los gobiernos hacia los productores de estos materiales.
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Además, con el apoyo de importantes grupos ambientalistas como la Fundación Surfrider y Heal the Bay, que también han presentado demandas similares, el movimiento para responsabilizar a las corporaciones por la crisis de los plásticos está ganando fuerza. Según Tracy Quinn, directora ejecutiva de Heal the Bay, «no podemos seguir produciendo plástico a este ritmo y esperar que las limpiezas de playas sean una solución. Necesitamos un cambio sistemático que frene la producción desde su origen».
La demanda contra Exxon Mobil representa un punto de inflexión en la lucha contra la contaminación por plásticos. Si bien la batalla legal puede ser larga y complicada, este caso abre la puerta a un cambio real en cómo abordamos el problema global del plástico. ¿Será este el inicio de una era donde los grandes contaminadores sean finalmente responsables de sus acciones?