En un contexto donde el costo de la energía se dispara y la pobreza energética golpea a millones de hogares, la Asociación Española de la Biomasa (Avebiom) ha puesto sobre la mesa una propuesta innovadora: la creación de un bono social de biomasa. Este mecanismo podría convertirse en un salvavidas para muchas familias vulnerables, facilitando el acceso a sistemas de calefacción modernos, eficientes y sustentables.
Un nuevo enfoque para combatir la pobreza energética
El bono social de biomasa surge como respuesta a la creciente dificultad de muchos hogares para afrontar los costos de calefacción. En España, más del 20% de las familias no pueden mantener una temperatura adecuada en sus viviendas durante el invierno. Avebiom propone replicar el modelo del bono social térmico, pero orientado específicamente a la biomasa, promoviendo la instalación de equipos modernos que funcionen con biocombustibles sólidos como pellets, astillas o huesos de aceituna.
El objetivo es claro: reducir la dependencia de combustibles fósiles y electricidad, cuyo costo sigue en ascenso, y ofrecer una solución sostenible y accesible para las familias más necesitadas.
Beneficios económicos y ambientales de la biomasa
Uno de los principales atractivos de la biomasa es su estabilidad de precios en comparación con la electricidad y el gas natural. Según el portal Energías Renovables, mientras que el gas natural alcanzó los 0,082 €/kWh y la electricidad los 0,24 €/kWh, los biocombustibles sólidos se mantienen en valores más bajos: los pellets cuestan 0,066 €/kWh, las astillas 0,032 €/kWh y el hueso de aceituna 0,06 €/kWh.
Además del ahorro económico, la biomasa representa una opción más sostenible. Al utilizar residuos agrícolas y forestales, se reduce la dependencia de energías no renovables y se fomenta el desarrollo de economías locales.
Acciones clave de la propuesta
Avebiom no solo plantea la creación de un bono social, sino que también sugiere una serie de medidas complementarias para garantizar su efectividad:
- Planes de sustitución de equipos obsoletos: Incentivos para que los hogares reemplacen sistemas antiguos de calefacción por tecnologías más eficientes y limpias.
- Reducción del IVA a biocombustibles sólidos: Facilitar el acceso a biomasa mediante una carga impositiva menor.
- Fomento de redes de calor con biomasa: Implementar sistemas colectivos de calefacción en comunidades de vecinos, centros educativos y edificios públicos.
- Plataforma digital unificada: Un espacio centralizado donde los ciudadanos puedan informarse y acceder a las ayudas disponibles.
- Campañas de sensibilización: Informar a la población sobre los beneficios de la biomasa y las opciones disponibles para su implementación.
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Un llamado a la acción del gobierno
«La biomasa ofrece un precio estable y asequible para calentar los hogares y es una de las alternativas más eficaces y rápidas de implantar para aliviar la carga del coste de la energía a las familias vulnerables», explica Javier Díaz, presidente de Avebiom.
Para que esta iniciativa se convierta en una realidad, es clave que el gobierno y las administraciones públicas reconozcan su potencial e incorporen la biomasa como un pilar estratégico dentro de la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2025-2030.
Mientras los precios del gas y la electricidad siguen en ascenso, la biomasa se posiciona como una solución económica y sustentable. Ahora, la decisión está en manos de las autoridades: ¿será este el punto de inflexión en la lucha contra la pobreza energética?