El reciclaje de plásticos ha sido uno de los grandes desafíos de la economía circular. Entre los materiales más complejos de recuperar se encuentra el nylon, un poliéster sintético que, a pesar de su amplia utilización en la industria textil, automotriz y pesquera, tiene una tasa de reciclaje menor al 5%. Sin procesos adecuados, la mayor parte de los desechos de nylon terminan incinerados o en vertederos, agravando la contaminación ambiental. Sin embargo, un equipo de científicos del Instituto de Bio y Geociencias del Centro de Investigación Forschungszentrum Jülich de Alemania, en colaboración con la empresa Novonesis, ha desarrollado una solución biotecnológica innovadora que podría cambiar el paradigma del reciclaje de este material.
Biotecnología para digerir el nylon
El hallazgo se basa en la modificación genética de la bacteria Pseudomonas putida, un microorganismo natural del suelo conocido por su versatilidad metabólica. Mediante técnicas de ingeniería genética y evolución en laboratorio, los investigadores lograron que esta bacteria sea capaz de digerir los fragmentos de nylon y convertirlos en bioproductos con valor agregado, como biopolímeros.
Los procesos tradicionales de reciclaje mecánico y químico del nylon presentan limitaciones significativas. El reciclaje mecánico requiere residuos de nylon extremadamente puros, lo que limita su aplicación a una escala industrial. Por otro lado, el reciclaje químico suele degradar el nylon hasta sus bloques de construcción moleculares, pero genera mezclas de oligómeros de difícil reaprovechamiento. La solución propuesta por Novonesis y el Forschungszentrum Jülich elimina estas barreras al permitir que la bacteria procese estos residuos y los convierta en materiales biodegradables y reutilizables.
Cómo funciona la innovadora tecnología de reciclaje de nylon
El proceso comienza con la descomposición química del nylon en pequeñas cadenas de moléculas. A partir de allí, la bacteria Pseudomonas putida se encarga de metabolizar estos compuestos como fuente de energía y carbono. Para potenciar esta capacidad, los investigadores identificaron mutaciones beneficiosas en las bacterias que, tras varias generaciones de evolución en laboratorio, permitieron que la cepa optimizada degradara el nylon de manera mucho más eficiente.
Un factor clave en este proceso es el uso de las «nylonasas», enzimas especializadas que facilitan la ruptura de los enlaces químicos en las cadenas de nylon. Estas enzimas, introducidas mediante modificación genética, actúan como catalizadores biológicos que aceleran la conversión del nylon en biopolímeros.
Aplicaciones y el futuro del reciclaje biotecnológico del nylon
Esta innovación no solo reduce la contaminación plástica, sino que también abre nuevas oportunidades de negocio en la bioeconomía. Los biopolímeros obtenidos pueden utilizarse en la fabricación de materiales biodegradables, textiles sustentables y componentes para diversas industrias. Además, el proceso biotecnológico tiene el potencial de aplicarse a otros plásticos sintéticos, ampliando el impacto positivo en el medio ambiente.
Este avance forma parte del proyecto europeo Glaukos, que busca desarrollar soluciones sostenibles para la economía circular en la industria textil y pesquera. Con el respaldo de empresas innovadoras como Novonesis, la investigación en biotecnología sigue demostrando que es posible transformar residuos en recursos valiosos, marcando el camino hacia un futuro más sustentable.
