La producción europea de hongos frescos asciende aproximadamente a un millón de toneladas por año. Por cada tonelada de hongos cosechados, quedan aproximadamente tres toneladas de residuos orgánicos (compost) que actualmente se recolectan de las granjas a cambio de una tarifa asociada al transporte y su disposición, lo que crea importantes problemas económicos y logísticos para los productores. Esta situación ha llevado a la industria de hongos a aprovechar el entorno de bioeconomía positiva existente y a buscar alternativas de valorización para estos residuos, a fin de retro-alimentar el negocio actual con actividades sustentables y eficientes.
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El concepto BIOrescue: nuevos productos biológicos a partir del compost de champignones
El proyecto BIOrescue tiene como objetivo desarrollar y demostrar un nuevo concepto de biorrefinería basado en el uso en cascada del compost residual de la producción de champiñones, suplementado con paja de trigo (y otras materias primas lignocelulósicas residuales estacionales). Esta iniciativa ahorrará los costos asociados a la disposición del residuo y permitirá la elaboración de productos biodegradables de base biológica y compuestos bioactivos, a la vez que ayuda a sustituir combustibles fósiles.
BIOrescue contribuirá a extender los ciclos de vida de los productos mediante el desarrollo de nuevos procesos moldeados bajo el concepto de reutilización y reciclaje, brindando mayores oportunidades comerciales para los productores de hongos y un incremento significativo en el know-how técnico. De una manera más detallada, BIOrescue tiene como objetivo obtener los siguientes productos:
- Compuestos bioactivos y fertilizante hortícola extraído directamente del compost de hongos.
- Enzimas de glucano altamente eficientes que pueden mejorar la hidrólisis enzimática de materias primas lignocelulósicas.
- Bioplaguicidas que son sustancias bioactivas naturales, menos tóxicas que las convencionales y muy específicas para la plaga en cuestión.
- Nanocápsulas, que son vainas a nanoescala hechas de una membrana polimérica no tóxica que encapsula un líquido en el interior. Tienen infinidad de usos, incluidas aplicaciones médicas para la administración de fármacos, encapsulación de biopesticidas, perfeccionamiento de alimentos, nutracéuticos y la autocuración de materiales.
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El proyecto está coordinado por CENER (Centro Nacional de Energías Renovables de España). El consorcio incluye los siguientes socios europeos: Monaghan Mushrooms Ireland (coordinador técnico), Università degli studi di Napoli Frederico II (UNINA), MetGen, Zabala Innovation Consulting, Instituto de Investigación de PolímerosMax Planck (MPIP), Celignis, Imperial College of Science Technology and Medicine, C-Tech Innovation and Greenovate! Europe.
Planta piloto de biorefinería y bioenergía de CENER
Además de ser el coordinador del proyecto, CENER está utilizando su planta piloto de biorefinería y bioenergía para probar y validar algunas etapas del nuevo concepto de biorrefinería (fraccionamiento en dos etapas y producción de bioplaguicidas). Esta infraestructura incluye varias unidades de desarrollo de procesos enfocadas en pretratamiento de biomasa, torrefacción, gasificación y conversión bioquímica. Las diferentes unidades se pueden utilizar para probar una gran variedad de materias primas de biomasa lignocelulósica y residuos orgánicos para procesos de conversión completos con configuraciones flexibles y posibilidades de escalamiento de piloto a semi-industrial.
Este proyecto ha recibido financiación de la empresa io Based Industries Joint Undertaking, bajo el marco del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea en virtud del acuerdo de subvención N° 720708.