En el contexto de la creciente preocupación por el impacto ambiental de la industria de la moda, la diseñadora neoyorquina Jessica Thies ha desarrollado un concepto revolucionario: un zapato impreso con tinta que contiene algas vivas capaces de absorber dióxido de carbono de la atmósfera.
Este proyecto, denominado Synthiesis, se basa en la investigación de Thies sobre materiales vivos diseñados, los cuales, según ella, podrían ayudar a reducir el impacto ambiental de la industria de la moda. Los zapatos están construidos a partir de un tejido de cáñamo impreso con una tinta de base biológica a la que la diseñadora añadió células de microalgas. Este proceso no solo ayuda a dar forma y estructura al zapato mediante un efecto similar al del smocking, sino que también transforma los zapatos en lo que la diseñadora llama «objetos activos», ya que actúan como organismos vivos.
Un nuevo enfoque para la moda sostenible
«El beneficio de añadir microalgas vivas es que pueden fotosintetizar para absorber dióxido de carbono y, potencialmente, podrían actuar como autolimpiantes,» explicó Thies a Dezeen. Para apoyar a estos organismos, los zapatos se alimentarían con nutrientes y cianobacterias productoras de oxígeno utilizando un sistema hidropónico similar a los desarrollados para irrigar plantas.
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La investigación de Thies muestra que las algas pueden permanecer vivas en el zapato hasta cuatro semanas sin nutrientes suplementarios, pero deberían durar más tiempo si se mantienen adecuadamente. Una vez que las algas mueren, Thies ha observado que el color de la clorofila que producen se desvanece gradualmente.
Las suelas moldeadas están hechas de una espuma de poliuretano, pero la diseñadora espera que en el futuro se puedan producir con un material de base biológica y biodegradable. Diseñado para su tesis de maestría en la Parsons School of Design, este proyecto especulativo busca destacar las preocupaciones éticas derivadas del aumento en el uso de materiales vivos diseñados.
Consideraciones éticas y nuevas formas de consumo
Thies enfatiza la importancia de considerar cómo los humanos cuidarán de los objetos con componentes vivos, proponiendo nuevos rituales para estos objetos, similares a cómo cuidamos de las plantas de interior. «Creo que si simplemente reemplazamos materiales sintéticos por materiales biológicos, no hemos abordado los problemas fundamentales de la sobreconsumo y la explotación del mundo natural,» dijo Thies.
«Este trabajo explora una nueva realidad, donde debemos considerar la muerte de nuestros objetos de una manera más evidente.» Thies también mencionó que se centró en el calzado debido a los desafíos que enfrenta este segmento para mitigar su impacto ambiental. Señaló que los zapatos requieren numerosos componentes que no siempre son reciclables o biodegradables, lo que lleva a una gran cantidad de residuos.
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Thies concluyó que, a diferencia de otros materiales vivos que suelen desnaturalizarse cuando se convierten en productos, la necesidad de mantener vivos estos objetos requerirá un cambio en el comportamiento humano. «Es importante que los consumidores tengan una nueva conciencia y conexión con sus objetos manufacturados y asuman la responsabilidad de sus hábitos de consumo,» añadió. «Este zapato ayuda a construir esa conciencia.»
Conclusión
El innovador proyecto de Jessica Thies representa un paso significativo hacia una moda más sostenible, al integrar componentes vivos que no solo reducen el impacto ambiental sino que también promueven un cambio en la forma en que interactuamos con nuestros objetos cotidianos. Este enfoque podría abrir nuevas vías para el desarrollo de productos más ecológicos y conscientes, destacando la necesidad de repensar nuestra relación con los materiales que utilizamos y consumimos.