En un rincón productivo de la provincia de Buenos Aires, rodeado de suelos fértiles y tradición agrícola, se encendió una chispa que podría marcar un antes y un después en la producción de uno de los cultivos más emblemáticos del país: la papa. El pasado 8 de abril, desde el corazón del Parque de Papas en Comandante Nicanor Otamendi, PepsiCo Argentina lideró una edición histórica de su Demo Farm, el evento anual que convoca a los principales actores de la cadena de valor para compartir, debatir y co-crear el futuro de la agricultura sustentable.
Pero esta vez, hubo algo distinto en el aire. La cita no solo se destacó por su contenido técnico o por la diversidad de asistentes —más de 170 entre productores, técnicos, ejecutivos y referentes regionales—, sino porque, por primera vez, las grandes empresas del sector papero industrial coincidieron en un mismo espacio: McCain, Simplot y Lamb Weston dijeron presente. Una postal impensada hasta hace poco, que vislumbra un nuevo paradigma basado en la colaboración interempresarial para impulsar una producción más eficiente, resiliente y alineada con los desafíos del cambio climático.
Un encuentro que sembró futuro
A lo largo de la jornada, Demo Farm se convirtió en un verdadero laboratorio a cielo abierto donde las ideas se transformaron en propuestas concretas. Stands interactivos, recorridas a campo y presentaciones dinámicas permitieron a los participantes conocer los últimos avances en agricultura regenerativa, digitalización, uso eficiente del agua, tecnologías de pulverización con drones, reducción de huella de carbono, fertilización y bioestimulación.
El mensaje fue claro: la innovación no es opcional, es una necesidad urgente. “Cada edición de Demo Farm es una oportunidad para seguir evolucionando junto a nuestros socios estratégicos”, expresó Guillermo Cascardo, gerente de Agronegocios de PepsiCo Argentina. “El intercambio de conocimientos y la colaboración con nuestros productores y aliados son esenciales para construir un futuro agrícola más eficiente y sostenible».
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Una industria que se une por la sostenibilidad
La presencia de McCain, Simplot y Lamb Weston en el mismo evento organizado por PepsiCo no solo resultó simbólicamente poderosa, sino también estratégica. Históricamente consideradas competidoras en la industria de papas procesadas, su convergencia en Demo Farm evidenció que los desafíos de la sustentabilidad trascienden cualquier lógica de mercado. La agricultura regenerativa, la eficiencia hídrica y la trazabilidad digital son cuestiones comunes a todas, que requieren respuestas colectivas y una visión compartida.
«Para nosotros es un placer recibir a los líderes de la industria en un evento que impulsa la innovación y el trabajo colaborativo», señaló Walter Hernández, CEO de El Parque Papas, anfitrión del evento. «Espacios como Demo Farm son clave para compartir conocimientos, fortalecer la cadena de valor y seguir evolucionando en términos de producción».
Tecnología y buenas prácticas para una papa más verde
La articulación entre empresas, productores, técnicos y proveedores de servicios permitió visibilizar la creciente adopción de tecnologías que hace pocos años eran solo promesas. Drones autónomos para una pulverización más precisa y segura, herramientas digitales para la toma de decisiones agronómicas, sensores para el manejo inteligente del agua y bioestimulantes que activan el potencial fisiológico del cultivo sin recurrir a insumos sintéticos, fueron algunas de las soluciones presentadas.
Todo esto responde a un contexto en el que la presión sobre los sistemas productivos crece: escasez de agua, suelos degradados, aumento de costos y exigencias del consumidor por alimentos con menor impacto ambiental. En ese sentido, los organizadores del evento buscaron demostrar que es posible avanzar hacia una papa “más verde”, sin resignar rendimiento ni calidad industrial.
PepsiCo y su apuesta por una agricultura regenerativa
La empresa reafirmó su estrategia global PepsiCo Positive (pep+), cuyo brazo agrícola, “Agricultura Positiva”, busca transformar profundamente la manera en que se produce en toda su red de proveedores. En Argentina, PepsiCo adquiere anualmente unas 55 mil toneladas de papa —el 90% proveniente de las zonas de Balcarce, Otamendi y Tandil— además de 5 mil toneladas de avena y 4 mil de maíz. Esa base productiva es vista no solo como una fuente de insumos, sino como una plataforma de innovación para acelerar la transición hacia prácticas más sostenibles.
PepsiCo trabaja con sus proveedores para reducir la huella de carbono, maximizar la eficiencia en el uso del agua y regenerar los suelos mediante rotaciones inteligentes, uso de coberturas vegetales y mínima remoción del suelo. La empresa también impulsa la adopción de indicadores de desempeño ambiental y social, que permiten medir, comparar y mejorar en forma continua.
Un caso testigo para otras cadenas de valor
Lo ocurrido en Demo Farm no solo interesa a quienes producen o transforman papa. Es una señal clara para otras cadenas agroindustriales —desde los cereales hasta la caña de azúcar, pasando por la vitivinicultura o los cultivos especiales— de que es posible construir agendas comunes en torno a la sostenibilidad, incluso entre empresas que compiten en el mercado.
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En un contexto global donde los consumidores exigen más transparencia y los mercados imponen estándares ambientales más estrictos, eventos como Demo Farm contribuyen a consolidar una narrativa positiva sobre el agro argentino. No se trata solo de producir más, sino de producir mejor.
Hacia una nueva lógica de competitividad
El futuro de la producción agroindustrial no se escribirá solo en base a toneladas o rendimiento por hectárea. La trazabilidad, la circularidad, la eficiencia energética y la regeneración del capital natural serán factores clave en la competitividad de las empresas del siglo XXI. La cadena de la papa, al articular innovación con colaboración, parece haber entendido este cambio de paradigma.
Quizás el mayor logro de Demo Farm haya sido demostrar que, cuando se alinean objetivos y se abren espacios de diálogo, las soluciones aparecen. Y que el camino hacia una papa más sustentable no es un sueño lejano, sino una realidad que se está gestando, surco a surco, desde los campos bonaerenses.