El Intercontinental Exchange, Inc., un proveedor líder a nivel global de datos, tecnología e infraestructura de mercado, dijo que un rápido crecimiento a valores récord en las operaciones de algunos instrumentos financieros (RINs y algunos derivados de biocombustibles en los mercados europeos) están reflejando un uso creciente de biocombustibles en el sector del transporte por carretera para reducir sus emisiones.
El RIN es un número de serie asignado a un lote de biocombustible con el fin de rastrear su producción, uso y comercio bajo las exigencias del Estándar de combustible renovable (RFS) de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) para cumplir con los objetivos de mandatos de biocombustibles.
Los RIN son generados por los productores de combustibles renovables y comercializados en mercados secundarios. Las empresas que refinan, importan o mezclan combustibles fósiles están obligadas a demostrar periódicamente que han alcanzado su cuota de RFS mediante la presentación de una cierta cantidad de RIN a la EPA.
Debido a que cada uno de estos RIN representa una cantidad de biocombustible que se ha mezclado con combustibles fósiles, los RIN presentados a la EPA por las partes obligadas son una representación cuantitativa de la cantidad de biocombustible que se ha mezclado con los combustibles fósiles utilizados en Estados Unidos.
De acuerdo a ICE, 2021 registró un nuevo récord de comercialización de RINs, alcanzando el equivalente a casi 600 millones de RIN. En febrero de 2022, se negociaron aproximadamente 194 millones de RIN, un récord para un solo mes, con un interés abierto que alcanzó un récord equivalente a más de 112 millones de RIN. El 23 de febrero se estableció un récord de volumen en un solo día con el equivalente a 35 millones de RIN negociados.
Además, ICE destacó que la cantidad de participantes que operaron en los negocios de RIN se ha duplicado en comparación con 2020, ya que los participantes buscan cada vez más administrar su exposición a la volatilidad en el precio de los RIN.
«El Estándar de Combustible Renovable de la EPA tiene como objetivo reducir las emisiones del transporte por carretera al exigir niveles de combustible renovable», dijo Jeff Barbuto, Director Global de Mercados de Petróleo en ICE. «A medida que los precios de RIN han aumentado, el cumplimiento de RFS se ha vuelto más costoso. El volumen y el interés abierto se están acumulando a medida que el mercado reconoce que puede administrar la exposición al precio de RIN a través de futuros de RIN».
Por otro lado, según ICE, los derivados Biodiesel y Etanol producidos en Europa registraron 33.015 contratos en febrero de 2022, con un interés abierto que alcanzó los 41.101 contratos. La actividad comercial se centra en los futuros de biodiésel FAME (éster metílico de ácido graso), RME (éster metílico de aceite de colza) y UCOME (éster metílico de aceite de cocina usado) de ICE (Argus), y el futuro de etanol de ICE (Platts).
En diciembre de 2020, ICE lanzó el futuro Argus UCOME FOB ARA Range (RED Compliant) vs Low Sulphur Gasoil 1st Line (código de producto: UCR). Este es el primer derivado de biocombustible a base de desechos lanzado por ICE y se utiliza para cubrir la evaluación al contado de UCOME de Argus.
En febrero de 2022, el contrato UCR negoció el equivalente a aproximadamente 261.000 toneladas métricas de UCOME, mientras que el interés abierto creció a 3.650 contratos.
El sector europeo del biodiesel se negocia predominantemente con un diferencial respecto al índice de referencia global ‘ICE Low Sulphur Gasoil’, que a menudo se utiliza como cobertura indirecta debido a su mayor liquidez. ICE Low Sulphur Gasoil mantiene interés abierto hasta enero de 2026.
Los mercados de combustibles renovables de ICE forman parte del extenso complejo ambiental de ICE. ICE ofrece a los clientes acceso a los mercados ambientales más grandes y líquidos del mundo para gestionar y cotizar las emisiones, así como cumplir con las obligaciones de cumplimiento.
En 2021, ICE negoció un récord de 18 000 millones de toneladas de derechos de emisión de carbono, equivalente a un valor estimado de U$S1 billón e igual a más de la mitad de la huella de emisiones relacionadas con la energía total estimada que el mundo consume en un año.