Bridgestone Americas, una de las compañías más importantes en la industria global de neumáticos, ha dado un paso significativo hacia la sostenibilidad luego de recibir una subvención del Departamento de Energía de los Estados Unidos (DOE) para desarrollar una planta piloto que permitirá poner a prueba un innovador proceso para obtener butadieno, una materia prima esencial para la fabricación de neumáticos, a partir de bioetanol. La iniciativa no solo promete reducir el uso de combustibles fósiles en la producción de neumáticos, sino que también podría dar lugar a una nueva era de soluciones sostenibles para la industria automotriz.
El etanol: una apuesta por las fuentes renovables
El foco de este proyecto de Bridgestone está en el etanol, un compuesto químico que puede derivarse del maíz, la caña de azúcar o incluso de residuos agropecuarios, materias primas ampliamente disponibles en varias regiones del mundo, pero sobre todo en las Américas. Actualmente, el butadieno, componente clave para la producción de caucho sintético, proviene mayoritariamente de combustibles fósiles. Pero la conversión de etanol en butadieno podría cambiar este paradigma, ofreciendo una alternativa más ecológica y renovable.
La idea es ambiciosa: a través de un proceso termoquímico innovador desarrollado en colaboración con el Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico (PNNL), dependiente del Departamento de Energía, convertir ese etanol en butadieno. El éxito de este proceso podría significar que el bioetanol podría jugar un rol central en la fabricación de neumáticos sostenibles, reemplazando al petróleo en una porción considerable del proceso productivo.
La hoja de ruta hacia un futuro sostenible
El proyecto de Bridgestone tendrá una duración de al menos tres años y se llevará a cabo en Akron, Ohio. Los primeros 12 meses estarán dedicados al diseño de la planta piloto, seguido de la construcción en el segundo año, y finalmente la operación y prueba del proceso en el tercer año. La colaboración con el PNNL es clave en esta iniciativa, ya que este laboratorio ha desarrollado un sistema catalítico patentado que es fundamental para la conversión eficiente de etanol a butadieno. Bridgestone ha integrado este catalizador en su propia ingeniería de procesos para evaluar la viabilidad económica y comercial de la producción de butadieno a partir de fuentes renovables.
El principal desafío para la compañía es demostrar que este método no solo es más respetuoso con el medio ambiente, sino que también puede ser competitivo en términos de costos frente a la producción tradicional basada en combustibles fósiles. Si el proyecto cumple con estas expectativas, el uso de etanol de baja intensidad de carbono o etanol derivado de biomasa y materiales reciclados podría ser el nuevo estándar para la obtención de butadieno, transformando por completo la cadena de suministro de la industria de los neumáticos.
Más allá del butadieno: guayule, la apuesta por el caucho natural
Paralelamente, Bridgestone no se limita a innovar en el uso de butadieno, sino que también está explorando alternativas sostenibles para el caucho natural. En colaboración con la Universidad de Arizona, la empresa está impulsando el cultivo de guayule, un arbusto perenne resistente que puede prosperar en las áridas condiciones del suroeste de Estados Unidos. Este proyecto, que cuenta con un presupuesto de 70 millones de dólares y tiene una duración de cinco años, busca diversificar las fuentes de caucho natural, actualmente dependiente casi exclusivamente del Hevea brasilensis, el árbol del caucho que se cultiva principalmente en el sudeste asiático.
La introducción de guayule como alternativa al caucho tradicional no solo reduciría la dependencia de una única región geopolítica, sino que también mitigaría los riesgos asociados a la volatilidad del mercado y las enfermedades que afectan a la especie. Este avance fue notablemente puesto a prueba en la Serie NTT de IndyCar en 2023, donde los neumáticos fabricados con caucho de guayule demostraron su viabilidad en condiciones de alta competición.
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Un futuro más verde para la industria de los neumáticos
Bridgestone ha hecho de la sostenibilidad una prioridad clave en su estrategia empresarial, comprometiéndose a utilizar el 100% de materiales sostenibles en la fabricación de sus neumáticos para el año 2050. Este proyecto innovador, respaldado por el DOE, es un paso más hacia ese objetivo. La producción de butadieno a partir de bioetanol no solo tiene el potencial de reducir drásticamente la huella de carbono de la fabricación de neumáticos, sino que también posiciona a la empresa como líder en la transición hacia una economía más sostenible.
«Proyectos como este ayudarán a avanzar en la ciencia y la tecnología necesarias para hacer que la industria sea más sostenible», afirmó el Dr. Mark Smale, Director Ejecutivo de Ciencia de Polímeros de Bridgestone. «Estamos muy emocionados por este proyecto y el innovador proceso que hemos desarrollado, y estamos profundamente agradecidos por el apoyo del DOE.»
A medida que Bridgestone continúa explorando fuentes renovables como el bioetanol y el guayule, la compañía no solo busca reducir su dependencia de los combustibles fósiles, sino también ofrecer una visión de futuro en la que los neumáticos se fabriquen de manera más ecológica y sostenible, beneficiando tanto a los consumidores como al planeta.