El desafío de descarbonizar el transporte a nivel global exige soluciones accesibles, inmediatas y adaptadas a las realidades de cada región. En este escenario, Stellantis, el grupo automotriz que reúne marcas icónicas como Fiat, Jeep, Peugeot, Citroën, Ram y Opel, ha decidido incorporar los biocombustibles como una alternativa práctica para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero sin requerir una infraestructura adicional.
Recientemente, la multinacional anunció que toda su gama de vehículos diésel con motores Multijet es ahora compatible con HVO (Hydrotreated Vegetable Oil), un biodiesel avanzado producido a partir de aceites vegetales, grasas animales y otros residuos orgánicos. Este combustible no solo permite a los usuarios reducir hasta un 90% de las emisiones a lo largo de su ciclo de vida, sino que también ofrece un rendimiento similar al del gasoil convencional, eliminando la necesidad de realizar ajustes técnicos en los vehículos.
Además, Stellantis ha extendido esta compatibilidad a modelos diésel ya existentes con motores Euro 5 y Euro 6, lo que representa una oportunidad única para millones de conductores que buscan una opción más limpia sin cambiar de vehículo. Esta decisión pone de manifiesto el compromiso del grupo con soluciones prácticas que puedan implementarse de manera inmediata, especialmente en mercados donde la electrificación enfrenta barreras como costos elevados o falta de infraestructura de carga.
Brasil, el laboratorio perfecto para innovar con bioetanol
En paralelo, Stellantis ha decidido explorar el potencial del bioetanol en Brasil, un país que se posiciona como uno de los líderes globales en el uso de este biocombustible derivado de la caña de azúcar. En este contexto, Fiat, una de las marcas más emblemáticas del grupo, lanzó los SUVs Fastback y Pulse con tecnología bio-híbrida, que combina motores turboalimentados y sistemas de electrificación ligera con el uso de bioetanol.
Estos vehículos destacan no solo por su eficiencia energética, sino también por adaptarse a un mercado donde el bioetanol es parte del día a día. Equipados con motores compactos de alto rendimiento y sistemas de frenado regenerativo, los modelos bio-híbridos de Fiat ofrecen una reducción significativa en el consumo de combustible frente a sus versiones convencionales, mientras aprovechan las ventajas de un recurso local y sostenible.
La elección de Brasil no es casual. Como el segundo mayor productor de bioetanol a nivel mundial, el país cuenta con décadas de experiencia en la adopción de vehículos flex fuel, lo que ha creado un ecosistema ideal para probar nuevas tecnologías basadas en biocombustibles. Este enfoque local no solo fortalece la posición de Stellantis en el mercado brasileño, sino que también abre la puerta a expandir estas soluciones a otros mercados emergentes.
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Biocombustibles: un aliado en la transición energética
Si bien Europa ha intentado orientar el futuro del transporte hacia la electrificación total con medidas polémicas como la prohibición de motores de combustión para 2035, Stellantis está demostrando que los biocombustibles pueden desempeñar un papel crucial en la transición. Al aprovechar infraestructuras existentes y adaptar tecnologías a las necesidades específicas de cada mercado, el grupo se posiciona como un actor clave en el desarrollo de soluciones sostenibles y accesibles.
Aunque Stellantis no lidera actualmente el mercado de los biocombustibles, sus recientes avances muestran una clara intención de ganar protagonismo en este segmento. La compatibilidad con biodiesel en Europa y la innovación con bioetanol en Brasil son solo el comienzo de una estrategia que promete combinar pragmatismo y sostenibilidad en un contexto global complejo.
El compromiso del grupo con los biocombustibles no solo busca reducir emisiones, sino también garantizar que estas soluciones sean viables para millones de personas en todo el mundo. A medida que avanza su plan estratégico global, Stellantis envía un mensaje claro: la descarbonización del transporte requiere enfoques diversos y adaptativos que respondan a las realidades de cada región.


