martes, octubre 28, 2025
 

La sostenibilidad ya no se juega solo en el campo, sino en la cadena

La alianza entre Syngenta, PepsiCo y productores argentinos deja una enseñanza estratégica: sin reconocimiento sistémico, la sostenibilidad no se sostiene.

Compartir

 
 

En el campo argentino, hace tiempo que la sostenibilidad ha dejado de ser un discurso aspiracional. Es una práctica concreta, cotidiana, instalada. No hace falta convencer a un productor de que la siembra directa protege el suelo, de que los cultivos de cobertura mejoran la estructura, de que una buena rotación aporta carbono. Lo saben, lo hacen. El problema es sostenerlo en el tiempo. Porque cuando el clima, el mercado o el financiamiento no acompañan, la urgencia por sobrevivir a la campaña pesa más que cualquier mirada de largo plazo. Y si el sistema no reconoce esas prácticas, producir bien se vuelve inviable.

Con ese telón de fondo, Syngenta presentó esta semana una iniciativa que merece atención por su arquitectura: un programa de abastecimiento sustentable de aceite de girasol desarrollado junto a Pepsico y productores argentinos. A simple vista puede parecer un acuerdo más entre agro e industria. Pero detrás hay algo más profundo: una apuesta concreta por mostrar que la agricultura regenerativa puede ser rentable cuando existe un ecosistema que la sostenga.

Mariale Álvarez, directora de Sustentabilidad y Asuntos Corporativos LATAM de Syngenta, lo dijo sin vueltas: el agro es uno de los pocos sectores que puede ser sostenible sin perder rentabilidad. Y al toque puso el dedo en la llaga: el problema no es agronómico, ni siquiera económico. Es financiero. Es el horizonte de tiempo. ¿Cómo tomar las mejores decisiones agronómicas pensando en el largo plazo cuando la urgencia es salvar la campaña?

En ese vacío entre el convencimiento técnico y viabilidad económica, es donde el rol de los grandes actores toma dimensión estratégica. Muchos productores habían dejado de sembrar girasol por las dificultades de comercialización. La respuesta de Syngenta fue intervenir en la cadena: dar opciones de venta, garantizar trazabilidad, validar las buenas prácticas y sumar una prima de precio. No es grande, pero marca una diferencia: producir bien deja de ser invisible y empieza a reconocerse.

Del otro lado de la mesa aparece PepsiCo, una de las principales compañías de alimentos del mundo, que tiene compromisos públicos de abastecimiento sustentable y encuentra en este esquema una forma concreta de acercarse a esos objetivos. Y así, la trazabilidad se convierte en una herramienta para que la industria reconozca —con hechos y con dinero— cómo se producen las materias primas de los productos que llegarán a las góndolas.

No es un caso aislado. Hace dos semanas, Mastellone Hnos se convirtió en la primera láctea argentina en certificar su huella de carbono. El proceso arrancó en 2018, con el cálculo inicial y la definición de un año base. Desde entonces, redujo casi un 9% sus emisiones optimizando procesos y mejorando la eficiencia energética y logística. Pero el dato más fuerte es que más del 70% de esa huella proviene de los tambos. La empresa entendió que no podía esperar que los productores lo resolvieran solos. Las dificultades son muchas. Por eso los convocó, los ayudó a medir cada variable —pasturas, genética, productividad, efluentes— y abrió un camino en el que la mejora ambiental depende de la cooperación.

Así es como hoy se juega la verdadera sostenibilidad. Ya no basta con tener las mejores prácticas dentro de la empresa. El consumidor final ya no interpela qué producimos, sino cómo. Y ese “cómo” no se construye de forma aislada. Syngenta no llega al consumidor final. No pone su logo en góndolas. Pero entendió que si articula con quienes sí lo hacen, se beneficia la cadena en conjunto. Y así el productor puede mantener su objetivo de largo plazo. Guillermo Delgado, head de Sustentabilidad LATAM de la compañía, lo resume con sabiduría: «Sabemos que si el suelo está bien, el productor va a estar bien. Y nosotros también». Por eso Syngenta se propuso tejer, unir, acompañar.

Este dilema no es exclusivo de los cultivos extensivos ni de Argentina. Un estudio de la Universidad de Illinois, financiado por el USDA, expone una paradoja brutal: el mercado de biocombustibles no distingue entre cómo se produce el grano. Da lo mismo si viene de un campo con directa, rotación de cultivos, uso eficiente de insumos o de un lote completamente degradado. Todo vale igual. Los agricultores que hacen las cosas bien no reciben ningún premio. Los únicos incentivos provienen de mercados voluntarios de carbono o programas de conservación, que están llenos de trabas, pero que premian a los que durante años hicieron las cosas mal. El equipo propone que las políticas de combustibles bajos en carbono evolucionen para reconocer directamente las prácticas “climate-smart” en el cultivo, integrando trazabilidad y premiación desde la base productiva. Quien produce bien cobra mejor, desde el corazón del mercado, no desde un costado.

Lo revelador es que no se trata de tecnologías futuristas ni de promesas lejanas. Todas estas prácticas ya están instaladas en el agro argentino. El país lidera en siembra directa, maneja rotaciones, apuesta por la eficiencia. El desafío es la continuidad. Y para eso hace falta un sistema que la reconozca.

El acuerdo entre Syngenta, PepsiCo y los productores de girasol deja una enseñanza clara: la sostenibilidad no puede depender de la voluntad individual, sino de cadenas que cooperen y se fortalezcan. El desafío ahora es replicar y multiplicar estas iniciativas. Escalar del girasol a otros cultivos, sumar industrias, certificadoras y financiamiento. Porque producir bien no da lo mismo, no puede ser ignorado: debe ser reconocido, premiado y recompensado.

La invitación está hecha.

 
Emiliano Huergo
Emiliano Huergo
Apasionado por el potencial transformador de la bioeconomía. Director de BioEconomía.info, promotor de iniciativas que integran innovación, equidad y sostenibilidad. 👉 Ver perfil completo
 
 

Lo último

 

Imperdible

Más noticias

BioEconomia.info_logo
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.

Puedes revisar nuestra política de privacidad en la página 'Política de Privacidad'.