Los científicos han obtenidos nuevos datos sobre el funcionamiento de las enzimas hidrolíticas, en un estudio que podría allanar el camino hacia biocombustibles más competitivos.
La complejidad técnica actual y los altos costos de obtención de biocombustibles a partir de biomasa limitan su producción en forma económica, eficiente y sostenible. En momentos donde los precios del petróleo están en valores mínimos históricos, esto obstaculiza su capacidad para competir en el mercado de combustibles.
Uno de los principales desafíos es descomponer la celulosa, un polisacárido que forma parte de las plantas, insoluble en agua y por lo tanto difícil de procesar.
Las biorrefinerías utilizan una mezcla de enzimas hidrolíticamente activas que utilizan moléculas de agua para descomponer los materiales vegetales, replicando los procesos de degradación natural. Recientemente, se descubrieron enzimas oxidativas que utilizan oxígeno y trabajan junto con las enzimas hidrolíticas para descomponer la celulosa de manera más eficiente. Los científicos de la Universidad Tecnológica de Graz están trabajando para descubrir cómo funciona este proceso.


