Chevron, a través de su filial Chevron Renewable Energy Group, ha dado un paso estratégico en su compromiso por impulsar la producción de biocombustibles sostenibles. La compañía ha invertido en una empresa agrícola que se especializa en el desarrollo de un cultivo perenne con un alto potencial para la producción de biocombustibles de bajo carbono. Este movimiento no solo representa una oportunidad económica, sino también una apuesta por la sostenibilidad y la regeneración de tierras agrícolas.
Este cultivo, aún desconocido para muchos, se destaca por su capacidad de generar una gran cantidad de aceite, lo que lo convierte en una excelente materia prima para la producción de combustibles renovables como biodiesel, diésel renovable y combustible de aviación sostenible (SAF). Pero no es solo la productividad lo que ha captado el interés de Chevron, sino también sus cualidades regenerativas y su bajo impacto ambiental.
Conocido por su capacidad de prosperar en condiciones difíciles, este cultivo se caracteriza por ser extremadamente resistente, tolerando sequías y temperaturas elevadas, mientras que también tiene la capacidad de fijar nitrógeno en el suelo, mejorando su calidad sin necesidad de fertilizantes químicos. Su combinación de alta productividad de aceite con bajos insumos agrícolas lo convierte en una opción ideal para la producción de biocombustibles con menores emisiones de gases de efecto invernadero.
El cultivo en cuestión es la pongamia, un árbol que ha sido objeto de investigación y desarrollo durante más de 15 años por Terviva, la empresa agrícola en la que Chevron ha decidido invertir. Terviva ha perfeccionado variedades de pongamia a través de ensayos en Estados Unidos y Australia, y ahora, gracias a esta asociación con Chevron, busca escalar sus operaciones globalmente para aumentar la disponibilidad de esta materia prima clave para la producción de combustibles sostenibles.
Una relación estratégica para transformar la bioenergía
Naveen Sikka, fundador y CEO de Terviva, expresó el impacto positivo de esta colaboración: “Nuestra alianza con Chevron no solo aumentará la disponibilidad de materia prima para la producción de combustibles de bajo carbono, sino que también generará oportunidades económicas para los agricultores y contribuirá a la revitalización de tierras agrícolas degradadas.”
El modelo de negocio de Terviva se enfoca en trabajar con agricultores para plantar pongamia en tierras subutilizadas, ayudando a mejorar la productividad agrícola y la sostenibilidad del suelo. Además, la pongamia ofrece la posibilidad de reducir la dependencia de insumos costosos como fertilizantes sintéticos, ya que enriquece naturalmente el suelo a través de su capacidad de fijación de nitrógeno.
Chevron, por su parte, ve en esta inversión una oportunidad para ampliar su portafolio de materias primas para biocombustibles sostenibles, cumpliendo así con su compromiso de reducir las emisiones de carbono en toda la cadena de valor. Jan Slaghekke, Vicepresidente de Desarrollo de Negocios y Operaciones Internacionales de Chevron Renewable Energy Group, comentó: «El incremento de materias primas con bajo contenido de carbono es esencial para el crecimiento sostenido de la industria de los biocombustibles. La pongamia representa una solución prometedora que puede ayudar a satisfacer esta demanda en constante crecimiento.»
Un futuro más sostenible impulsado por la pongamia
El cultivo de pongamia no solo tiene el potencial de transformar la industria de los biocombustibles, sino que también ofrece importantes beneficios ambientales. A diferencia de otras materias primas, la pongamia puede crecer en tierras marginales y soportar condiciones climáticas adversas, lo que la convierte en una opción viable para combatir la degradación de suelos y adaptarse a los desafíos del cambio climático.
Además, al ser un cultivo perenne, la pongamia no requiere la misma rotación que otros cultivos anuales, lo que contribuye a una mayor estabilidad en la producción de materias primas para biocombustibles. Esta estabilidad es crucial para garantizar un suministro constante y confiable, tanto para la producción de biocombustibles como para otros productos derivados del aceite de pongamia.
Con la inversión de Chevron y la experiencia agrícola de Terviva, se espera que la pongamia gane terreno a nivel global como una de las principales fuentes de materias primas para la producción de combustibles sostenibles. Esta colaboración marca un paso significativo hacia un futuro energético más limpio y regenerativo, en el que la producción de combustibles no solo sea más eficiente, sino también más responsable con el medio ambiente.


