La transformación sostenible de la industria editorial ha comenzado a escribirse con tinta verde. En un mundo cada vez más comprometido con la reducción de emisiones de carbono, el sector del libro se encuentra en una encrucijada crucial: adaptarse a un modelo de producción más eficiente y responsable sin renunciar a la calidad ni a su esencia cultural.
Lejos de ser una amenaza ambiental, una industria editorial bien gestionada tiene el potencial de contribuir a la captura de carbono y a la conservación de los ecosistemas. A través del uso de papel certificado, la optimización de procesos productivos y la compensación de emisiones, las editoriales de todo el mundo están liderando una transformación sin precedentes en favor de la sostenibilidad.
«Parte de la huella de carbono del sector proviene de la producción de papel. Pero también inciden el consumo energético de imprentas, oficinas y centros de distribución, así como las emisiones derivadas del transporte”, explica Federico Falcón, director ejecutivo de The Carbon Sink, consultora especializada en gestión corporativa de carbono.
El papel: un recurso sostenible cuando se gestiona con responsabilidad
A menudo se señala al papel como el principal factor de impacto ambiental en la industria editorial. Sin embargo, esta percepción ha comenzado a cambiar. El papel no solo es un recurso renovable, sino que su producción, cuando se realiza con criterios de manejo sostenible, puede incluso capturar más carbono del que emite.
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La clave está en garantizar que la materia prima provenga de fuentes responsables. En este sentido, las certificaciones ambientales como FSC (Forest Stewardship Council) y PEFC (Programme for the Endorsement of Forest Certification) han permitido que la producción de papel juegue un rol positivo en la mitigación del cambio climático.
Cada vez más editoriales están migrando hacia papel certificado y reciclado, no solo porque reduce su huella de carbono, sino porque promueve una gestión forestal que protege la biodiversidad y captura CO₂ de la atmósfera.
Además, la industria ha avanzado significativamente en el desarrollo de tecnologías para la producción de papel con menor consumo de agua y energía, lo que ha reducido su impacto ambiental en comparación con décadas pasadas.
Las estrategias clave para alcanzar la carbono neutralidad en la industria editorial
Para reducir su huella ambiental sin comprometer su producción, muchas editoriales han adoptado una serie de estrategias que las acercan a la carbono neutralidad. The Carbon Sink, que ha acompañado a diversas editoriales en América Latina en este proceso, destaca cinco acciones clave:
Uso de papel certificado y reciclado
Apostar por proveedores que cumplan con estándares ambientales asegura que la producción de papel fomente la reforestación y contribuya a la captura de carbono.Optimización logística
Mejorar la distribución con rutas más eficientes y vehículos de bajas emisiones reduce significativamente el impacto del transporte. Algunas editoriales han comenzado a utilizar medios de distribución sustentables, como bicicletas de carga y transporte eléctrico en áreas urbanas.Energías renovables en imprentas y oficinas
Muchas empresas del sector han instalado paneles solares en sus instalaciones y han migrado a contratos de electricidad 100% renovable, reduciendo su dependencia de combustibles fósiles.Impresión bajo demanda
En lugar de producir grandes volúmenes de libros que pueden quedar sin vender, la impresión bajo demanda permite fabricar solo la cantidad necesaria, minimizando el desperdicio y las emisiones derivadas del almacenamiento y transporte. Empresas como Amazon, Ingram y HP han adoptado este modelo con éxito.Compensación de emisiones
Aquellas emisiones que no pueden eliminarse directamente pueden ser compensadas invirtiendo en proyectos de reforestación y conservación.
América Latina también avanza hacia una industria editorial más sostenible
En América Latina, la transformación hacia una industria editorial más sostenible también está en marcha. The Carbon Sink ha acompañado recientemente a diversas editoriales en la medición de su huella de carbono para comprender su impacto y explorar estrategias de reducción y compensación.
Un ejemplo es Laleliloluz, editorial de educación infantil, que decidió medir su huella de carbono anual para identificar sus principales fuentes de emisión y establecer una estrategia de reducción efectiva.
También lo hizo el autor Carlos Beco con su libro De villanos a héroes. Junto a The Carbon Sink, Beco midió no solo las emisiones provenientes de la impresión, sino también las actividades previas, como los viajes de investigación y el consumo energético en su producción. La huella generada fue compensada a través del proyecto de conservación forestal «Corredor de los Cedros» en las Yungas de Jujuy, Argentina.
Estos casos reflejan un compromiso creciente en la región por adoptar modelos más sustentables en la industria editorial.
Los audiolibros y los e-books: ¿una alternativa más ecológica?
La digitalización del contenido ha abierto nuevas posibilidades en la industria editorial, pero también plantea desafíos ambientales. Aunque los audiolibros y e-books eliminan la necesidad de impresión, su impacto no es nulo.
Es tentador pensar que consumir audiolibros podría erradicar el impacto ambiental del sector, pero el papel no es la única fuente de emisiones. Por eso, Reading U, editorial especializada en la producción de audiolibros, también decidió medir y compensar su impacto ambiental.
Junto a The Carbon Sink, Reading U llevó a cabo un análisis exhaustivo de sus emisiones en 2024, considerando cada fuente de consumo, desde la electricidad en sus estudios de grabación hasta la transferencia de datos en plataformas digitales. Tras conocer sus resultados, optó por compensar su impacto a través del proyecto REDD+ Castañeros Perú, una iniciativa de conservación forestal en la Amazonía peruana.
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Si bien los libros digitales pueden ser una opción sustentable, la clave no está en reemplazar un formato por otro, sino en aplicar criterios de sostenibilidad en todos los aspectos de la industria editorial.
El futuro de la industria editorial: una historia con final feliz para el planeta
El compromiso con la sostenibilidad ya no es una opción, sino una necesidad para el sector editorial. Las editoriales que han comenzado a transitar el camino hacia la carbono neutralidad no solo están reduciendo su impacto ambiental, sino que también están respondiendo a una demanda creciente por parte de los lectores, cada vez más conscientes y exigentes con las prácticas responsables de las empresas.
«Gran parte de la huella de carbono del sector proviene de la producción de papel. Pero también inciden el consumo energético de imprentas, oficinas y centros de distribución, así como las emisiones derivadas del transporte”, destaca nuevamente Federico Falcón.
Con estrategias innovadoras y un enfoque integral, la industria del libro está demostrando que la sostenibilidad y la producción editorial pueden ir de la mano. Si bien el desafío es grande, la posibilidad de escribir un nuevo capítulo más verde para el futuro del sector nunca ha sido tan real.