jueves, marzo 28, 2024
 

¿Vuelven los estadios de madera?

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Infinitamente modular y fabricado con una madera maciza de muy bajo impacto ambiental, esta visión de una construcción baja en carbono, concebida por el fabricante de construcciones en madera Rubner Holzbau y el diseñador de estadios prefabricados Bear Stadiums, pronto podría materializarse en un cancha de fútbol.

Los estadios de Bear Stadiums y Rubner Holzbau serán construidos con madera de abedul nórdico utilizando la tecnología Glulam de Rubner Holzbau. El tamaño de estos estadios va de pequeño a mediano, de 1.500 a 20.000 asientos, con una amplia gama de modelos.

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Ambas compañías tienen su sede en Italia y prevén que sus primeros proyectos sean estadios de fútbol; sin embargo, anticipan que muchos deportes al aire libre, como el rugby, el cricket y el béisbol, podrían ser parte también. Rubner Holzbau ya ha construido numerosas estructuras de madera a gran escala, desde edificios rurales hasta grandes edificios a lo largo y ancho del continente europeo.

El techo del velódromo nacional de Portugal en Sangalhos, Anadia. Se completó en solo 18 semanas. Imagen de cortesía de Rubner Holzbau
El techo del velódromo nacional de Portugal en Sangalhos, Anadia se completó en solo 18 semanas. Imagen de cortesía de Rubner Holzbau

 

Como toda madera maciza, la fabricación mediante este sistema tienen una baja emisión de gases de efecto invernadero, y su componente principal -la madera- secuestra el carbono. «El bosque no requiere ninguna fuente de energía [externa] para crecer», dice el arquitecto Jaime Manca di Villahermosa de Bear Stadiums.

Villahermosa prevé la instalación de paneles solares y generadores eólicos que harán que estos estadios sean casi neutros (pese a la potencia necesaria para la iluminación en los días de partido). Este énfasis en las prácticas de construcción sostenible se alinea con la iniciativa Climate Neutral Now de la ONU, a la que se unió la FIFA, comprometiéndose a ser neutra respecto al cambio climático para la segunda mitad de este siglo.

Glulam es un tipo de madera maciza aglomerada, fabricado a partir de barras individuales de madera encoladas en forma paralela. Más consolidada en Europa que en los Estados Unidos, este tipo de madera maciza ofrece extraordinaria resistencia a cargas, aún en comparación con el acero y el hormigón, lo que permite edificios cada vez más grandes y más altos que requieren menos carbono para ser construidos. Las estructuras de este tipo pueden ser más fuertes que el acero y dos veces más livianas.

¿Vuelven los estadios de madera?
Los sistemas de madera modulares de Bear Stadiums y Rubner Holzbau se pueden ampliar para adaptarse a una variedad de capacidades; el dibujo representa un estadio de 10,000 asientos. Imagen cortesía de Rubner Holzbau

 

El sistema modular Bear Stadiums utiliza el sistema constructivo de Glulam con reticulados diagonales para soportar los elementos estructurales verticales y horizontales. Se unen con mediante un acoplamiento de sujetadores de metal y se anclan a una plataforma de hormigón ligero. Es fuerte, pero «extremadamente flexible», dice Villahermosa. «El equipo de Bear Stadiums trabaja con las herramientas de diseño 2D y 3D de Autodesk», agrega, «tanto para el diseño general como para el diseño detallado, en colaboración con un estudio de arquitectura romano, que también prepara el diseño de utilidades y accesorios en BIM.»

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Glulam es interesante por su capacidad de doblarse y curvarse cuando está sometida a flexión. Esta flexibilidad adicional puede absorber las fuerzas destructivas de los terremotos y otras catástrofes, permitiendo que la estructura se doble sin romperse. «Dado que es un material extremadamente elástico, es excelente para áreas propensas a terremotos, debe hacerse más rígido mediante el uso de estas cerchas diagonales», señala Villahermosa.

Los estadios de Bear Stadiums y Rubner Holzbau están capando el interés de los clubes de fútbol de las dos ligas más importantes de Italia, la Serie A y la Serie B. También han imaginado un mercado global para estos edificios, especialmente aplicable a presupuestos modestos en el mundo en desarrollo. Se proyecta que los costos por asiento de este sistema serán más bajos que los estadios tradicionales, y gran parte de la mano de obra puede ser realizada por trabajadores no calificados, aunque el 10% de la mano de obra requerirá conocimientos especializados en construcción modular de madera. Los estadios más pequeños se pueden armar en un plazo entre seis y ocho meses, mientras que los estadios más grandes pueden tomar casi un año.

¿Vuelven los estadios de madera?
Estadio de San Marino en Serravalle, San Marino, Italia. Imagen cortesía de Rubner Holzbau

 

Los diseños más grandes se distribuyen en tres niveles: vestuarios, oficinas y una enfermería en la planta baja; bares y restaurantes en el segundo nivel; y suites exclusivas en el nivel superior. En todos estos espacios los interiores son convencionales.

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Este sistema modular permite que estos estadios puedan ocupar un término medio entre lo permanente y lo temporal. Los elementos estructurales están garantizados por 50 años, según Villahermosa, una duración mayor que muchos de los estadios en la actualidad. Sin embargo, al mismo tiempo, «pueden ser desarmados y reconstruidos en otro lugar», agrega.

Gran parte de esta durabilidad está relacionada con las propiedades únicas de la madera. Dado que la madera se expande y se contrae poco con los cambios de temperatura en comparación al acero, es más fácil de impermeabilizar y sellar. Y la madera no absorbe e irradia calor como las estructuras de hormigón o de acero, lo que es especialmente útil para lugares al aire libre que invitan a los espectadores a sentarse al sol, en una tarde a puro de deporte.

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La estructura que rodea el teleférico en el Lago de Garda de Italia fue diseñada para ser armoniosa con el paisaje circundante. Imagen cortesía de Rubner Holzbau

 

La unidad fundamental e indivisible del diseño del estadio es una sección de seis metros (aproximadamente 19,5 pies) que contiene 36 asientos. El tamaño de la unidad modular está limitado por las restricciones de los containers: dos secciones caben en un contenedor. La mayoría de las secciones de estos estadios, además de la viga principal, que alberga gran parte de la infraestructura sin asientos, se pueden agregar y restar a esta unidad modular individual.

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Esta flexibilidad modular hace que estos estadios se sintonicen con los ritmos naturales del fútbol, ya que las reparaciones, adiciones y sustracciones pueden encajar fácilmente dentro de los 4 meses en que el deporte se mantiene «fuera de temporada».

Una queja común lanzada contra los estadios deportivos es que cuestan muchos millones y no se usan durante gran parte del año. Pero este nuevo tipo de flexibilidad modular insinúa estadios polivalentes que pueden servir para más eventos. De este modo, quizás la próxima generación de estadios deportivos pueda funcionar como espacio para festivales, sala de conciertos o un espacio de exhibición al aire libre durante su temporada baja.

 
 
 

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