La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad (COP16) reúne en Cali, Colombia, a representantes de más de 145 países con un desafío central: consolidar acciones efectivas para la conservación de la biodiversidad y la seguridad alimentaria. En este encuentro, bajo el lema «Paz con la Naturaleza», el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) se alza como una voz fundamental, destacando la bioeconomía y las soluciones basadas en la naturaleza como pilares para enfrentar los desafíos ambientales y alimentarios de América Latina y el Caribe.
La COP16: un espacio para decidir el futuro de la biodiversidad
La Conferencia de las Partes (COP) es el máximo órgano de decisión del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), firmado en 1992 durante la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro. Este convenio es un llamado a los países para construir un modelo de desarrollo sostenible, uno que contemple tanto el bienestar de los ecosistemas como el de las comunidades humanas. La apertura del evento contó con la presencia del presidente colombiano, Gustavo Petro, y de destacadas figuras internacionales, quienes subrayaron la importancia de avanzar hacia soluciones concretas y de colaboración para proteger la biodiversidad.
Durante el primer día, figuras clave del IICA como Breno Tiburcio, Representante en Colombia, y Muhammad Ibrahim, Director de Cooperación Técnica, participaron en la sesión inaugural junto a Susana Muhamad, Ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia y presidenta de la COP16. Muhamad expresó la necesidad de colaboración y transparencia entre los países, calificando el evento como un espacio de convergencia para abordar las complejidades de la biodiversidad en el marco de la crisis climática.
Bioeconomía y agrobiodiversidad: claves para la resiliencia
El IICA, mediante su programa de Alianza Continental para la Seguridad Alimentaria y el Desarrollo Sostenible en las Américas, sostiene que la bioeconomía y las soluciones basadas en la naturaleza no solo son necesarias, sino estratégicas para crear sistemas agroalimentarios resilientes y sostenibles. Según Breno Tiburcio, el enfoque en agrobiodiversidad —la variedad genética y de especies cultivadas— es fundamental para la resistencia de los sistemas agrícolas frente al cambio climático y otras amenazas ambientales.
“La agrobiodiversidad no es solo una fuente de alimento, sino un recurso crucial para la adaptación de nuestros sistemas de producción a climas cada vez más extremos y condiciones impredecibles”, afirmó Tiburcio. El IICA promueve un enfoque de paisaje integral que prioriza la conservación de la biodiversidad junto a prácticas agrícolas sostenibles, lo que beneficia tanto a los ecosistemas como a las comunidades rurales de la región.
Soluciones basadas en la naturaleza: un pilar para la conservación y el desarrollo agrícola
La visión del IICA en la COP16 se alinea con las propuestas de soluciones basadas en la naturaleza (NBS, por sus siglas en inglés), que incluyen desde la restauración de ecosistemas hasta el manejo sostenible de tierras agrícolas. Estas soluciones, que integran biodiversidad y agricultura, son esenciales para lograr un equilibrio que permita tanto la conservación ambiental como el desarrollo socioeconómico en áreas rurales.
Las soluciones NBS se están posicionando como estrategias clave para responder a la pérdida de biodiversidad, con efectos directos en la producción agrícola y la seguridad alimentaria. En este sentido, la bioeconomía aporta un enfoque innovador: mediante la valorización de recursos naturales y la implementación de procesos sostenibles, se puede impulsar un crecimiento económico que también contribuya a la preservación de la biodiversidad.
Los desafíos de la COP16: negociaciones en biotecnología y recursos genéticos
Además de promover la bioeconomía, la participación del IICA en la COP16 incluye su aporte en las negociaciones sobre el Protocolo de Cartagena (seguridad en biotecnología) y el Protocolo de Nagoya (acceso y distribución equitativa de los recursos genéticos). Estos acuerdos internacionales son cruciales para definir cómo se deben usar y proteger los recursos biológicos de manera responsable y justa.
Para la Ministra Muhamad, este es un momento histórico: “La COP16 representa una oportunidad para que la comunidad global pase de las palabras a los hechos. La biodiversidad no solo debe preservarse, sino también restaurarse y valorarse como parte esencial de la vida en la Tierra”.
Un camino hacia la sostenibilidad en las Américas
La contribución del IICA a la COP16 refleja su compromiso con un modelo de agricultura sostenible que favorezca la resiliencia de los ecosistemas y el bienestar de las comunidades rurales en América Latina y el Caribe. Al impulsar políticas que promuevan sistemas agroalimentarios sostenibles e inclusivos, el instituto fortalece su rol como líder en la creación de soluciones que beneficien tanto al medio ambiente como a la economía regional.
La COP16, organizada por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia junto con la CDB, se extiende en el Centro de Eventos Valle del Pacífico en Cali. Con la participación de diversas delegaciones, incluyendo representantes de organizaciones internacionales como el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), actores locales e indígenas y el sector privado, el evento sigue profundizando en temas críticos como la conservación de la biodiversidad, la restauración de ecosistemas y el financiamiento de la acción ambiental.
Reflexiones finales: la bioeconomía y la naturaleza, un camino conjunto
La participación del IICA en la COP16 reafirma la importancia de alinear la producción agrícola con la conservación de la biodiversidad en las Américas. En el centro de esta visión está la bioeconomía, que se perfila como una respuesta viable y prometedora a los desafíos globales de seguridad alimentaria y cambio climático. La sinergia entre biodiversidad y agricultura sostenible es, sin dudas, uno de los caminos más sólidos hacia un futuro en armonía con la naturaleza.
La COP16 es, así, un recordatorio de que la verdadera paz con la naturaleza solo se logrará con acciones concretas y un compromiso firme. El IICA continúa impulsando un cambio transformador, con soluciones que no solo prometen un desarrollo económico inclusivo, sino también la salvaguarda de los recursos naturales que sostienen la vida en nuestro planeta.