La lucha contra el cambio climático sigue tomando altura, literalmente. En un movimiento que promete redefinir la relación entre la agricultura y la energía, Corteva Inc., una empresa global dedicada exclusivamente a la agricultura, y el giante energético bp anunciaron una colaboración estratégica para la creación de un joint venture (JV) destinado a revolucionar los combustibles de aviación sostenibles (SAF).
Este acuerdo, aún en fase preliminar, proyecta alcanzar la entrega de un millón de toneladas métricas anuales de materia prima para SAF hacia mediados de la próxima década. Este ambicioso objetivo busca capitalizar los mandatos e incentivos fiscales que varios países están implementando para descarbonizar la aviación, uno de los sectores más difíciles de electrificar.
Una respuesta agrícola a la crisis climática
La clave de esta asociación radica en un enfoque innovador: aprovechar cultivos específicos como la mostaza, el girasol y la canola. Corteva planea trabajar directamente con agricultores de América del Norte, América del Sur y Europa, introduciendo sistemas de cultivo diseñados para maximizar la producción de aceite vegetal apto para SAF.
Estos cultivos no solo cumplen con los estrictos requisitos de la normativa europea RED III y los incentivos de baja intensidad de carbono en Estados Unidos, sino que también abren una nueva fuente de ingresos para los productores agrícolas. Según Brook Cunningham, director de estrategia de Corteva, «esta colaboración demuestra cómo la agricultura puede ser una pieza central en la solución de los retos de descarbonización global.»
Un mercado en pleno ascenso
El sector de los combustibles de aviación sostenibles está viviendo un auge sin precedentes. La Unión Europea exigirá que, a partir de 2025, al menos el 2% del combustible cargado en sus aeropuertos sea SAF, con una proyección del 70% para 2050. Este marco regulatorio, junto con incentivos fiscales en mercados clave como Estados Unidos, posiciona al JV entre Corteva y bp como un actor estratégico en un mercado valuado en miles de millones de dólares.
Más que un combustible: un modelo de sostenibilidad integral
Uno de los pilares de este proyecto es garantizar que la producción de estas materias primas respete los principios de sostenibilidad. Esto incluye prácticas agrícolas que regeneren suelos, reduzcan emisiones de carbono y promuevan una mayor biodiversidad. Para Corteva y bp, no se trata solo de cumplir con las normativas, sino de liderar con un modelo que inspire a otras industrias.
Emma Delaney, vicepresidenta ejecutiva de clientes y productos de bp, señaló: «La combinación de la tecnología y relaciones con productores de Corteva, junto con nuestras capacidades de refinación y comercialización, crea una oportunidad única para transformar la aviación.»
Un futuro prometedor para los agricultores
Más allá de las implicaciones ambientales, este proyecto podría redefinir el papel de los agricultores en la economía global. Al diversificar sus fuentes de ingreso con cultivos energéticos, los productores tienen la oportunidad de convertirse en protagonistas de la transición energética, contribuyendo directamente a la descarbonización de un sector crítico.
En este contexto, los acuerdos definitivos entre Corteva y bp se esperan para 2025, con una fecha tentativa de inicio de operaciones a finales de ese mismo año.
Un paso gigante hacia el futuro del transporte sostenible
La colaboración entre Corteva y bp marca un hito en la sinergia entre la agricultura y la energía. Con un mercado impulsado por regulaciones más estrictas y una demanda creciente, el joint venture tiene el potencial de sentar un precedente en la integración de cadenas de valor sostenibles.
En un mundo que busca respuestas urgentes frente al cambio climático, iniciativas como esta nos recuerdan que la innovación y la colaboración pueden ser las herramientas más poderosas para construir un futuro más limpio y equitativo.