El 28 de enero se conmemoró el Día Mundial por la Reducción de las Emisiones de CO2, una fecha establecida por la ONU para concientizar sobre el impacto del cambio climático. En este contexto, la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), destaca la importancia de elegir la madera como un material clave en la construcción y el mobiliario debido a su capacidad para capturar y almacenar CO2, además de su origen renovable y sustentable.
Un 2024 marcado por el calor extremo
El 2024 se registró como el año más caluroso de la historia, con una temperatura media global de 1,55°C por encima de los niveles preindustriales, según la Organización Meteorológica Mundial. Esta tendencia no es casualidad: los últimos diez años han estado entre los más cálidos registrados. El cambio climático es una realidad innegable y sus consecuencias están acelerando la transición hacia energías limpias y materiales sustentables.
La principal causa de este calentamiento es la emisión de gases de efecto invernadero, con el CO2 a la cabeza, proveniente de la quema de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón. Estos combustibles, al no formar parte del ciclo natural del carbono, generan un impacto negativo que altera la atmósfera, los océanos y la biodiversidad. Por ello, la agenda global apunta a reducir estas emisiones mediante una transición energética y productiva con miras a alcanzar la carbono neutralidad para 2050.
Suecia: el ejemplo de una economía sustentable
Suecia es un referente mundial en la reducción de emisiones sin frenar su crecimiento económico. Desde 1990, este país ha logrado reducir sus emisiones netas en un 80%, mientras que su economía continúa expandiéndose. Uno de los pilares de este éxito ha sido la industria maderera, respaldada por una extensión forestal que cubre más del 70% de su territorio.
Un ejemplo icónico de este modelo es el «Stockholm Wood City», un ambicioso proyecto que comenzará a construirse en 2025 y se convertirá en la ciudad de madera más grande del mundo. Con una superficie de 250.000 metros cuadrados, albergará oficinas, viviendas y comercios, promoviendo la madera como alternativa al acero y el cemento. Actualmente, el 16% de los nuevos edificios suecos utilizan madera, el doble que hace una década.
A nivel mundial, existen más de 139 edificios de madera de ocho pisos o más, principalmente en Europa y América del Norte. En América Latina, países como Chile, Uruguay, Brasil, Perú y México ya han iniciado esta transición, aunque Argentina aún enfrenta barreras regulatorias y culturales.
La bioeconomía forestal puede ser clave para mitigar los incendios forestales
La oportunidad para Argentina
Las ciudades generan el 70% de las emisiones globales de carbono y albergan al 55% de la población mundial, cifra que podría alcanzar el 70% en 2050. En este contexto, la elección de materiales sostenibles como la madera es fundamental para reducir la huella de carbono.
La madera no solo almacena CO2 en su estructura, sino que también sustituye materiales de alto impacto ambiental, como plásticos y cementos, facilitando la descarbonización de las cadenas productivas. Desde FAIMA explican que este material es clave para la bioeconomía circular y la generación de empleo, contribuyendo a un desarrollo económico más sustentable.
Para que Argentina aproveche este potencial, es fundamental impulsar políticas públicas que fomenten la gestión forestal sostenible, incentiven la construcción en madera y desmitifiquen prejuicios sobre su uso. Empresas y ciudadanos también tienen un rol clave en esta transición hacia ciudades climáticamente inteligentes, donde los bosques y la madera sean protagonistas de un futuro más sostenible.