En un movimiento estratégico que redefine el futuro de la maltería en África, Soufflet Malt, líder mundial en la producción de malta, anunció una inversión de 100 millones de euros para construir la planta de malteo más moderna de Sudáfrica. La instalación estará ubicada junto a la cervecera de Heineken en Sedibeng, cerca de Johannesburgo, y se espera que comience a operar a mediados de 2027.
El proyecto no solo fortalecerá la presencia de Soufflet en el continente africano, sino que también marcará un hito en términos de sustentabilidad y eficiencia energética, ya que la planta reducirá sus emisiones de carbono en un 50% respecto al promedio de la industria. Para lograrlo, combinará tecnologías innovadoras como trigeneración y energía solar, consolidando así un modelo de producción alineado con los objetivos de descarbonización de ambas compañías.
Soufflet Malt: un gigante de la malta al servicio de la industria cervecera global
Con 41 plantas de malteo en 20 países y una capacidad de producción anual de 3,7 millones de toneladas de malta, Soufflet Malt es un actor clave en la cadena de suministro de cerveceras industriales, artesanales y destilerías en todo el mundo. Su presencia global y su capacidad de adaptación a las necesidades de sus clientes le han permitido consolidar relaciones estratégicas con grandes firmas como Heineken.
“Esta alianza refleja nuestra capacidad de ofrecer soluciones ágiles y localmente adaptadas a nuestros clientes globales”, afirmó Jorge Solis, CEO de Soufflet Malt. “Apoyamos la visión de Heineken para Sudáfrica con nuestra experiencia en agronomía, malteo e integración local”.
La nueva planta no solo garantizará un suministro de malta consistente y sustentable, sino que además optimizará los costos y reducirá la huella de carbono gracias a su ubicación estratégica junto a la cervecera de Heineken, permitiendo el traslado del producto a través de transportadores mecánicos en lugar de camiones.
Un impacto directo en la economía local: empleo y agricultura sustentable
El proyecto tendrá un fuerte impacto en la economía sudafricana, generando 55 empleos directos y beneficiando a más de 200 productores locales de cebada, que serán los principales proveedores de la materia prima.
Soufflet Malt ha trabajado durante años en la región, fomentando el desarrollo de la agricultura local a través de capacitaciones, asistencia técnica y acuerdos comerciales con agricultores comerciales y en desarrollo. Este enfoque busca no solo garantizar la calidad de la cebada, sino también contribuir al fortalecimiento del sector agroindustrial sudafricano.
“Esta inversión demuestra nuestro compromiso con Sudáfrica y nuestra visión de una cadena de suministro más sostenible y resiliente”, expresó Jordi Borrut, director general de Heineken Beverages.
El acuerdo también refuerza la estrategia de Heineken en Sudáfrica, que busca aumentar su abastecimiento local, reducir su impacto ambiental y generar empleo. Este enfoque se alinea con su iniciativa global “Brew a Better World”, un plan de acción que prioriza la producción sustentable y el desarrollo de las comunidades donde opera.
Tecnología de vanguardia para un futuro más verde
Para cumplir con su ambicioso objetivo de reducción del 50% en emisiones, la nueva maltería combinará trigeneración y energía solar. La trigeneración permitirá generar electricidad, calor y frío a partir de un único combustible, mejorando la eficiencia energética y reduciendo las emisiones de CO₂.
Además, la incorporación de paneles solares complementará el suministro energético de la planta, disminuyendo su dependencia de fuentes fósiles y consolidando un modelo de producción alineado con las metas globales de descarbonización.
Un acuerdo estratégico con visión de futuro
La asociación entre Soufflet Malt y Heineken Beverages es más que un acuerdo comercial: es una apuesta por el futuro de la industria cervecera en Sudáfrica. Al garantizar un abastecimiento de malta de calidad, sustentable y a costos optimizados, ambas compañías refuerzan su competitividad en un mercado en constante evolución.
Este modelo de integración vertical no solo beneficia a Heineken, sino que también fortalece el ecosistema agrícola y productivo local, generando un círculo virtuoso donde la innovación, la sustentabilidad y el desarrollo económico avanzan de la mano.
Con esta inversión, Soufflet Malt reafirma su liderazgo en la industria global de la malta, consolidándose como el socio estratégico de las principales cerveceras del mundo. Mientras tanto, Heineken avanza en su compromiso con la producción sustentable y el desarrollo local, marcando un precedente para la industria cervecera en África y más allá.