En un paso significativo hacia la producción sostenible de acero, el gigante minero Rio Tinto invertirá U$S 144 millones para instalar un centro de investigación y desarrollo en Rockingham, en la provincia de Western Australia que se dedicará a la evaluación de un innovador proceso de fabricación de hierro denominado BioIron™, que utiliza biomasa en lugar de carbón, y energía de microondas de alta eficiencia para convertir el mineral de hierro en hierro metálico.
El proceso BioIron™ promete una reducción de hasta el 95% en las emisiones de carbono en comparación con los métodos tradicionales de fabricación de hierro en altos hornos. Este enfoque revolucionario combina el uso de biomasa y energía de microondas, eliminando la necesidad de carbón y aprovechando fuentes de energía renovable. Además, incorpora un sistema de circulación de carbono a través de biomasa de rápido crecimiento, maximizando la sostenibilidad del proceso.
La nueva instalación de Rockingham incluirá una planta piloto diez veces mayor que la utilizada en Alemania, marcando la primera vez que BioIron™ se prueba a una escala semi-industrial. En este proceso, el mineral de hierro se mezcla con biomasa, como residuos agrícolas, y se calienta utilizando una combinación de gas liberado por la biomasa y microondas eficientes impulsadas por energía renovable, transformando así el mineral de hierro en hierro metálico.
Un aspecto destacado del proceso BioIron™ es su eficiencia energética. Según Rio Tinto, el proceso requiere menos de un tercio de la electricidad necesaria por otras tecnologías emergentes, como las que utilizan hidrógeno. «Hemos demostrado que el proceso funciona a pequeña escala en una planta piloto, y ahora planeamos probarlo a mayor escala en nuestra nueva instalación de Investigación y Desarrollo BioIron™», declaró la empresa.
La planta piloto en Rockingham será capaz de producir una tonelada de hierro reducido directo por hora y proporcionará datos cruciales para que Rio Tinto continúe escalando la tecnología hacia una planta de demostración más grande. La instalación contará con 30 empleados a tiempo completo y dispondrá de espacio para pruebas de equipos, apoyando así la ampliación de la tecnología.
El CEO de mineral de hierro de Rio Tinto, Simon Trott, destacó la importancia de esta innovación: «El mundo necesita acero de bajas emisiones para alcanzar el cero neto, y estamos trabajando para hacer esto realidad encontrando mejores formas de convertir nuestros minerales de Pilbara en acero. BioIron™ es una tecnología pionera que tiene el potencial de jugar un papel significativo en un futuro de acero de bajas emisiones».
La planta y la instalación de investigación han sido diseñadas en colaboración con la Universidad de Nottingham, Metso Corporation y la empresa de ingeniería australiana Sedgman Onyx. La fabricación de equipos para la planta comenzará este año, y se espera que la instalación esté operativa en 2026.
El primer ministro del estado, Roger Cook, subrayó la pertinencia de esta iniciativa: «Como uno de los mayores productores de mineral de hierro del mundo, tiene sentido que Western Australia lidere el mundo en la producción de acero de bajas emisiones».
Con esta inversión, Rio Tinto no solo reafirma su compromiso con la sostenibilidad y la innovación en la industria del acero, sino que también marca un hito en la transición hacia procesos industriales más ecológicos y eficientes. La implementación exitosa de BioIron™ podría transformar significativamente la industria del acero, posicionando a Australia como un líder global en tecnologías de bajas emisiones.