La revolución tecnológica no se detiene, y ahora la inteligencia artificial (IA) está marcando un antes y un después en la industria de los plásticos biodegradables. Desde los laboratorios de TNO, la Organización de Investigación Científica Aplicada de los Países Bajos, los científicos han desarrollado un modelo de IA que acelera drásticamente el desarrollo de nuevos polímeros sostenibles. Esta innovación, llamada polyScout, promete transformar la forma en que concebimos y producimos materiales biodegradables.
Un modelo que predice estructuras químicas
polyScout, un programa basado en aprendizaje automático, puede predecir la estructura química de polímeros con propiedades específicas. “Si necesitas un material con ciertas características, simplemente introduces esas propiedades en el modelo, y éste genera una estructura química adecuada”, explicó Milad Golkaram, científico del equipo de desarrollo.
El trabajo en polyScout comenzó en 2022 y su funcionamiento sigue un enfoque sistemático. En primer lugar, busca datos en la literatura existente sobre estructuras de polímeros conocidos. Luego, realiza experimentos para crear nuevos datos y establece funciones que relacionan estructuras y propiedades. Este proceso permite a los investigadores identificar rápidamente polímeros seguros, sostenibles y con aplicaciones específicas.
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De prueba y error a resultados inmediatos
El desarrollo tradicional de polímeros era un proceso arduo basado en ensayo y error, que podía tardar años. Sin embargo, según Golkaram, “la IA puede reconocer correlaciones y extraer conclusiones más rápido que las personas, lo que permite obtener el resultado deseado casi de inmediato”. Este avance no solo ahorra tiempo, sino también recursos, haciendo que la investigación sea más eficiente y accesible.
Colaboraciones clave y un impacto global
Actualmente, polyScout ya se está utilizando en el proyecto JTF, una colaboración entre TNO y Senbis, una empresa especializada en plásticos y fibras biodegradables. Este proyecto busca desarrollar un poliéster biodegradable que pueda ser usado como fibra textil, contribuyendo así a mitigar la contaminación por microplásticos.
Según Golkaram, el escepticismo inicial respecto al uso de IA se disipa rápidamente cuando las empresas ven los resultados tangibles de polyScout. Esto ha generado un creciente interés, especialmente en los Países Bajos, y el próximo desafío es expandirse al resto de Europa.
Hacia un futuro sostenible
El avance de polyScout no solo representa un hito en la investigación científica, sino también una herramienta clave en la lucha contra la contaminación plástica. Al permitir un desarrollo más rápido y eficiente de polímeros biodegradables, este modelo de IA podría acelerar la transición hacia una economía circular, donde los materiales sostenibles reemplacen a los plásticos tradicionales.
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Un llamado a las empresas
Con polyScout, las oportunidades para innovar en el campo de los biomateriales están al alcance de la mano. Desde textiles hasta envases y otros productos cotidianos, las posibilidades son infinitas. El modelo no solo mejora la velocidad de desarrollo, sino que también garantiza soluciones personalizadas adaptadas a las necesidades de cada industria.
¿Qué significa esto para las empresas? Una posibilidad sin precedentes de liderar el mercado con materiales sostenibles, reducir su huella ecológica y cumplir con las crecientes demandas de consumidores conscientes y regulaciones más estrictas.