En un movimiento estratégico que subraya su liderazgo en la transición energética global, Raízen, una de las compañías más influyentes en el ámbito de la bioenergía, ha firmado un Acuerdo de Desarrollo Conjunto (Joint Development Agreement, JDA) con la biotecnológica holandesa Vertoro. Este acuerdo tiene como objetivo potenciar el valor de subproductos de la producción de etanol de segunda generación, transformándolos en biocombustibles avanzados, productos químicos y materiales sostenibles.
La lignina, una de las principales componentes de la biomasa vegetal, se ha convertido en un recurso prometedor para la producción de soluciones renovables, gracias a su bajo impacto ambiental. Raízen, reconocida mundialmente como el mayor productor de etanol de segunda generación (E2G), genera enormes cantidades de lignina como subproducto de sus operaciones. Con una capacidad de producción esperada de 1,5 millones de toneladas de lignina en siete plantas E2G ya anunciadas y dos que ya están en operación.
Un paso hacia la descarbonización de sectores difíciles de abatir
El acuerdo con Vertoro permitirá a Raízen no solo aprovechar este subproducto, sino también posicionarse en el frente de la descarbonización de sectores industriales complejos. Vertoro, por su parte, aplicará su innovadora tecnología patentada para mejorar la solubilidad y la capacidad de mezcla de la lignina con otros materiales, facilitando su transformación en una gama más amplia de aplicaciones.
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El proceso «Goldilocks» desarrollado por Vertoro es clave en esta colaboración, ya que permite que la lignina se convierta en productos de alto valor, como biocombustibles para motores marinos, combustibles sostenibles para aviación (SAF), y varios productos químicos. El objetivo final es transformar la percepción y la utilización de la lignina en la industria global.
Innovación en acción: desde la producción de muestras a la escala comercial
El acuerdo entre Raízen y Vertoro contempla tres iniciativas de colaboración. La primera es el desarrollo de una mezcla única de lignina con etanol o metanol, utilizando el proceso «Goldilocks» de Vertoro. Esta mezcla se utilizará como combustible sostenible en motores marinos, mejorando tanto la eficiencia como la potencia de producción de biocombustibles. En paralelo, se evaluará la viabilidad de usar esta mezcla en procesos de refinación de petróleo para crear combustibles sostenibles de aviación (SAF) y otros productos químicos.
La segunda iniciativa se centrará en desarrollar lignina pura de bajo peso molecular, adecuada para aplicaciones químicas y de materiales. Esta lignina se producirá a gran escala en la planta de demostración de Vertoro en los Países Bajos, donde se obtendrán muestras que se distribuirán a productores seleccionados en los sectores de combustibles, químicos y materiales para pruebas de aplicación.
Finalmente, la tercera iniciativa busca asegurar acuerdos de compra para un sitio de producción a escala comercial, que se integrará en las instalaciones de etanol de segunda generación de Raízen. Se espera que las pruebas iniciales comiencen en el verano austral de 2024, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la bioeconomía global.
Un compromiso renovado con la bioeconomía
«Raízen ya desempeña un papel fundamental en la transición energética global al ser la única empresa que ha logrado producir etanol celulósico a escala comercial. Ahora, al integrar nuestra creciente producción de etanol de segunda generación con la innovadora tecnología de conversión de lignina de Vertoro, prevemos una transformación en la manera en que se percibe y utiliza la lignina a nivel mundial», comentó Mateus Lopes, Director de Transición Energética en Raízen.
Por su parte, Michael Boot, cofundador y codirector ejecutivo de Vertoro, destacó la importancia de esta asociación, calificándola como «el mayor esfuerzo de valorización de lignina en el mundo». Según Boot, esta colaboración demostrará de manera concluyente que la lignina puede ser un recurso viable tanto a nivel financiero como industrial.
Este acuerdo entre Raízen y Vertoro no solo subraya el compromiso de ambas compañías con la innovación y la sostenibilidad, sino que también refuerza su posición como líderes en la transición hacia una economía más verde y menos dependiente de los combustibles fósiles. Al aprovechar la lignina, un subproducto que hasta ahora ha sido infrautilizado, Raízen y Vertoro están abriendo nuevas posibilidades para la bioeconomía global, con implicaciones que podrían resonar en diversas industrias en todo el mundo.