martes, febrero 18, 2025
 

¡De locos! En el MIT están utilizando motores de automóviles como reactores químicos para producir combustibles verdes

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En el mundo de la innovación, hay ideas que parecen tan alocadas que muchos las rechazan sin siquiera analizarlas. Pero en algunos casos, esas ideas se convierten en el futuro. Tal es el caso de Emvolon, una startup que está demostrando que los motores de los autos, esos componentes cotidianos que vemos en las calles, pueden ser la clave para resolver uno de los problemas más urgentes del planeta: las emisiones de metano.

El metano, un gas de efecto invernadero cuyo impacto en el calentamiento global es 84 veces más potente que el CO2 durante los primeros 20 años, es también uno de los mayores desafíos para combatir el cambio climático. Si bien se encuentra principalmente en los vertederos, las granjas y los pozos de petróleo, su captura y conversión en algo útil ha sido un reto monumental. Sin embargo, la historia de Emvolon tiene un giro inesperado: en lugar de grandes y costosos centros de procesamiento, esta innovadora empresa decidió apostar por una solución modular que puede convertir motores de automóviles en reactores químicos, capaces de transformar el metano en biocombustibles de manera eficiente y económica.

Emvolon: de un experimento del MIT a una revolución energética

La semilla de esta idea nació en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), uno de los centros más prestigiosos de investigación del mundo, donde se cultivan constantemente ideas disruptivas que buscan transformar industrias enteras. Emmanuel Kasseris, cofundador y CEO de Emvolon, encontró inspiración en una idea que, en un principio, podría parecer descabellada: reutilizar motores de automóviles para procesar metano y convertirlo en combustibles. Este enfoque no solo es brillante, sino que ofrece una respuesta práctica y económica a un problema global.

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Kasseris llegó al MIT en 2004, como estudiante de ingeniería mecánica, y fue en este entorno donde comenzó a explorar las posibilidades de mejorar la eficiencia de los motores de combustión interna. Sin embargo, la gran revelación vino cuando en 2014, Leslie Bromberg, un inventor de renombre con más de 100 patentes, lo acercó a una idea aún más radical: usar motores de combustión interna como reactores para reformar el metano. Bromberg había validado esta idea a través de un proyecto financiado por el Departamento de Energía de los Estados Unidos, demostrando que era posible convertir el metano en productos útiles, como hidrógeno, utilizando motores diésel.

A partir de allí, Kasseris y Bromberg decidieron llevar esta «idea loca» al siguiente nivel. Juntos, formaron Emvolon y comenzaron a desarrollar un sistema modular y económico que permitiría transformar motores de automóviles en pequeños reactores capaces de producir biocombustibles, como metanol y amoníaco, a partir de las emisiones de metano.

¿Cómo funciona la magia detrás de Emvolon?

Lo que diferencia a Emvolon de las soluciones tradicionales es su enfoque modular y accesible. En lugar de crear una gigantesca planta industrial, la empresa utiliza motores de automóviles ya fabricados, los cuales funcionan con una mezcla de combustible rica, que no solo genera energía sino que también convierte el metano en productos químicos como monóxido de carbono e hidrógeno. Estos dos compuestos son la base para producir una variedad de productos, desde combustibles líquidos hasta productos químicos de alto valor.

El sistema diseñado por Emvolon se coloca dentro de un contenedor de 40 pies, lo que lo convierte en una planta química portátil y accesible. Esta tecnología puede producir hasta 8 toneladas de metanol verde al día, utilizando 300,000 pies cúbicos de metano, y es ideal para aplicaciones en sectores como el transporte marítimo, el transporte pesado y la aviación, donde la electrificación no es una opción viable. Este metanol verde no solo tiene un bajo impacto ambiental, sino que también puede utilizarse como materia prima para otros combustibles sostenibles, como el combustible de aviación.

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Innovación modular: el futuro de la energía limpia

Emvolon ha logrado construir un prototipo funcional que puede producir hasta seis barriles de metanol verde al día en su sede en Woburn, Massachusetts. Gracias a su diseño modular, la empresa puede expandir sus sistemas rápidamente y de manera económica. La instalación de un solo sistema tiene un costo de entre 1 y 10 millones de dólares, una fracción de lo que costaría construir una planta química tradicional. Este modelo ha sido clave para hacer la tecnología accesible y escalable, permitiendo que Emvolon pueda desplegar sus sistemas cerca de las fuentes de metano, como los vertederos y pozos de petróleo, sin necesidad de costosas infraestructuras adicionales.

En 2023, Emvolon firmó un acuerdo con Montauk Renewables para construir una unidad comercial a escala en un vertedero de Texas. Esta unidad inicialmente producirá hasta 57.000 litros de metanol verde al año, con el objetivo de escalar hasta 9,5 millones de litros. El éxito de este proyecto podría multiplicarse exponencialmente si se replica en otros sitios de Montauk, ofreciendo una solución viable y eficiente a gran escala para el procesamiento del metano.

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¿El futuro de la transición energética?

El mundo está buscando desesperadamente alternativas sostenibles y de bajo costo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Los combustibles verdes, como el metanol y el amoníaco producido a partir de metano, juegan un papel fundamental en la descarbonización de sectores que no pueden ser electrificados, como la aviación y el transporte marítimo. Emvolon está liderando el camino hacia este futuro con una tecnología que no solo aborda el problema de las emisiones de metano, sino que también crea combustibles sostenibles que serán esenciales para la transición energética global.

Con su enfoque modular y económico, Emvolon demuestra que la innovación no siempre requiere grandes infraestructuras ni costosas inversiones iniciales. De hecho, la solución de la empresa es la prueba de que las ideas más simples, como convertir motores de autos en reactores químicos, pueden ser las que cambien el mundo.

Emvolon no solo está revolucionando la industria de los biocombustibles, sino que también está mostrando cómo la creatividad, el ingenio y la tecnología pueden ser aliados poderosos en la lucha contra el cambio climático.

 
 
 

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