Con la sostenibilidad como un imperativo global, el Reino Unido despliega sus alas hacia un futuro más verde, apostando a convertirse en líder en la producción de combustible de aviación sostenible (SAF, por sus siglas en inglés). Este compromiso no solo busca reducir las emisiones de carbono en el sector aéreo, sino también catalizar una transformación económica y ambiental de gran envergadura.
¿Por qué es clave el SAF en la descarbonización del transporte aéreo?
La aviación representa cerca del 2-3% de las emisiones globales de CO₂, y su impacto es aún mayor cuando se consideran los efectos no relacionados con el CO₂, como las estelas de condensación y los óxidos de nitrógeno. En este contexto, el SAF se perfila como la solución más viable para reducir las emisiones sin alterar significativamente la infraestructura existente ni la tecnología de los motores.
A diferencia de los combustibles fósiles, el SAF puede producirse a partir de residuos agrícolas, aceites vegetales y otras fuentes de biomasa e incluso captura de carbono, reduciendo hasta un 80% las emisiones en comparación con el queroseno tradicional. Sin embargo, el desafío sigue siendo su alto costo de producción y la falta de incentivos económicos que permitan escalar su fabricación.
El mandato SAF: un despegue hacia la sostenibilidad
Desde el 1 de enero de 2025, el Reino Unido ha impuesto un mandato regulatorio que exige que el 2% de todo el combustible utilizado en la aviación sea sostenible, con metas escalonadas que alcanzarán el 10% para 2030 y el 22% para 2040. Esta iniciativa, conocida como «mandato SAF», establece un marco regulatorio que impulsa a las aerolíneas y a la industria en general a adoptar prácticas más ecológicas y responsables.
Jet Zero Taskforce: la fuerza detrás del cambio
Para consolidar este ambicioso plan, el gobierno británico ha lanzado la «Jet Zero Taskforce», una fuerza operativa que reemplaza al anterior Jet Zero Council. Este grupo reúne a actores clave de la industria, el gobierno y la academia con el objetivo de diseñar e implementar estrategias que fomenten la adopción de SAF y otras tecnologías limpias en la aviación. La colaboración intersectorial es fundamental para abordar los desafíos técnicos y económicos que implica la transición hacia una aviación más sostenible.
Mecanismo de certeza de ingresos: asegurando el vuelo de las inversiones
Uno de los principales obstáculos para el desarrollo del SAF es la incertidumbre en los ingresos de los productores. Debido a los costos elevados de producción y la volatilidad del precio del petróleo, las empresas que desean invertir en SAF enfrentan un alto riesgo financiero. Para abordar este problema, el Reino Unido propone la creación de un mecanismo de certeza de ingresos, inspirado en esquemas exitosos utilizados en otros sectores, como las energías renovables.
Este tipo de mecanismo, también conocido como contrato por diferencia (CfD, por sus siglas en inglés), establece un precio mínimo garantizado para el SAF. En términos simples, funciona de la siguiente manera:
- Si el precio de mercado del SAF cae por debajo del umbral garantizado, el gobierno interviene y paga la diferencia a los productores para que puedan cubrir sus costos y obtener un margen razonable de ganancia.
- Si el precio de mercado sube por encima del precio garantizado, los productores deben devolver la diferencia, asegurando que el mecanismo no genere ganancias extraordinarias.
Este sistema proporciona a los inversionistas la confianza necesaria para financiar nuevas plantas de producción de SAF sin temor a que una caída en los precios los lleve a operar con pérdidas.
El modelo de contratos por diferencia en las energías renovables
El gobierno británico ya ha implementado con éxito mecanismos de contratos por diferencia en sectores como la energía eólica y solar, lo que permitió la expansión acelerada de estas tecnologías. Gracias a este esquema, el Reino Unido logró reducir drásticamente los costos de generación renovable, convirtiéndose en un referente mundial en energía eólica marina.
Ahora, la intención es replicar este modelo en la industria del SAF, fomentando el crecimiento de la producción de biocombustibles para aviación y asegurando una transición más rápida hacia un transporte aéreo con menor impacto ambiental.
La consulta pública: un debate clave para definir el futuro del SAF
Antes de implementar este mecanismo, el Departamento de Transporte del Reino Unido ha lanzado una consulta pública para recoger opiniones de los actores clave de la industria, incluidas aerolíneas, productores de biocombustibles, inversionistas y organismos reguladores.
¿Cuáles son los temas en discusión?
La consulta pública busca definir los aspectos fundamentales del mecanismo de certeza de ingresos, entre ellos:
- Criterios de elegibilidad: ¿Qué tipos de SAF serán incluidos en el esquema? ¿Cuáles deben ser los estándares de sostenibilidad?
- Estructura del financiamiento: ¿Cómo se determinará el precio garantizado? ¿De dónde provendrán los fondos para compensar las diferencias de precio?
- Duración de los contratos: ¿Por cuántos años se garantizará el precio mínimo?
- Impacto en las aerolíneas: ¿Cómo afectará el mecanismo a las aerolíneas y a los pasajeros en términos de costos?
El gobierno británico considera que esta consulta es fundamental para diseñar un sistema que sea económicamente viable y que garantice una transición ordenada hacia el uso masivo de SAF.
Un paso más hacia la descarbonización de la aviación en el Reino Unido
El Reino Unido ya cuenta con un mandato de mezcla de SAF, que obligará a las aerolíneas a utilizar un porcentaje creciente de este combustible en sus operaciones. Sin embargo, sin un modelo financiero que incentive la inversión, alcanzar estos objetivos será un desafío.
La implementación del mecanismo de certeza de ingresos, sumado a políticas de apoyo a la innovación y la infraestructura, podría consolidar al Reino Unido como un centro de referencia global en la producción de SAF.
Un modelo para el mundo
El enfoque británico podría convertirse en un caso de éxito replicable a nivel internacional. La Unión Europea ya ha propuesto esquemas similares dentro de su paquete legislativo «Fit for 55», y Estados Unidos ha lanzado incentivos fiscales para la producción de SAF.
Si este modelo demuestra ser exitoso, otros países podrían adoptarlo, impulsando una transformación global en la industria aeronáutica y acelerando la transición hacia un futuro más sostenible.