El agua es el alma de la cerveza. Sin ella, su existencia sería imposible. Conscientes de esta realidad y de la creciente preocupación global por la crisis hídrica, Cervecería y Maltería Quilmes anunció una inversión de 3,4 millones de dólares en eficiencia hídrica y nuevas tecnologías para optimizar el consumo de agua en sus operaciones. Este anuncio cobra aún más relevancia en la antesala del Día Mundial del Agua, que se celebra el próximo 22 de marzo.
«Trabajamos para evolucionar constantemente y seguir vigentes por 100 años más», expresó Gonzalo Fagioli, VP de Asuntos Corporativos de la compañía. «La cerveza se elabora con ingredientes naturales y el agua es uno de los más importantes, por lo que su cuidado es esencial, no solo para garantizar la calidad de nuestros productos, sino también el bienestar de las comunidades en las que operamos».
La inversión se destinará a la implementación de procesos innovadores, como sistemas de ósmosis con reducción de rechazo de agua, equipamientos de Electrodiálisis Reversible (EDR) para mejorar la eficiencia del consumo y la optimización de los procesos de limpieza en la producción, reduciendo el tiempo de lavado y, con ello, el desperdicio de agua.
La presión social por un uso responsable del agua
La decisión de Quilmes no responde solo a una estrategia empresarial, sino también a una demanda creciente de la sociedad. Un reciente estudio de El Taquión reveló que:
- 7 de cada 10 argentinos consideran la conservación del agua una prioridad.
- 9 de cada 10 creen que todas las empresas deberían reducir su consumo hídrico.
- El 97% opina que las compañías deben invertir en prácticas más responsables con el agua.
Estos datos evidencian que la eficiencia hídrica ya no es solo un tema ambiental, sino un factor clave en la percepción pública de las empresas y su licencia social para operar.
Desde 2020 hasta 2024, Quilmes logró mejorar su eficiencia en el uso del agua en un 19%, y este nuevo paquete de inversiones busca continuar con esa tendencia.
Soluciones basadas en la naturaleza: el caso de Mendoza
Pero el compromiso de Quilmes va más allá de sus fábricas. En regiones donde el estrés hídrico es una amenaza real, la compañía ha desplegado iniciativas para mejorar la disponibilidad del recurso en las comunidades.
Desde 2018, Quilmes ha invertido 600.000 dólares en seguridad hídrica en Mendoza, destacándose:
- La creación del Fondo de Agua, el primero de su tipo en Argentina.
- Diagnósticos de la cuenca del Río Mendoza.
- Programas de educación ambiental.
- El proyecto Sumá Nativas, que trabaja en la restauración de biodiversidad y la medición de mejoras en la calidad y disponibilidad del agua.
A esta inversión se sumaron 230.000 dólares adicionales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para escalar los proyectos.
Una cosecha de solidaridad: la iniciativa solidaria de Bio4 que unió al campo y la comunidad
Tras los incendios de 2019 que afectaron más de 15.000 hectáreas, Quilmes ha trabajado activamente en la restauración de la cuenca del Río Mendoza, un ecosistema clave que abastece a más de un millón de personas.
Este año, la compañía planea iniciar la última etapa del proyecto con la plataforma Waterplan, una herramienta tecnológica que permitirá monitorear la cantidad y calidad del agua en la cuenca, detectar riesgos hídricos y evaluar el impacto de las acciones de restauración.
Más allá del negocio: una apuesta a futuro
La industria cervecera depende del agua tanto como el planeta mismo. El compromiso de Quilmes con su preservación no solo responde a una necesidad operativa, sino a una visión de largo plazo.
En un mundo donde el acceso al agua se convierte en un desafío cada vez mayor, la pregunta no es solo cuánto consumimos, sino cómo lo hacemos. Y en este sentido, la inversión en eficiencia y soluciones basadas en la naturaleza se presentan como el único camino viable para garantizar un futuro sostenible.
💧 El agua es vida. Y hoy, más que nunca, su cuidado es una responsabilidad compartida.