Si hay algo que la transición energética exige, es acción. Y Repsol parece haber tomado nota. En los últimos días, dos anuncios han reforzado esa percepción: por un lado, la expansión sin precedentes de su red de estaciones que ofrecen biocombustible; por otro, una alianza estratégica con un gigante agroindustrial para escalar la producción de materias primas de bajo impacto para combustibles sostenibles.
El resultado: más puntos de suministro, nuevas materias primas, mayor capacidad industrial y un mensaje claro al mercado. Repsol quiere liderar el negocio de los combustibles renovables en Europa, con una mirada centrada en la movilidad, la industria y el sector agrícola.
Qué es el Diésel Nexa 100% renovable y cómo se fabrica
El Diésel Nexa 100% renovable es un gasóleo de altísima calidad, desarrollado para todo tipo de motores diésel —especialmente los de última generación— y producido íntegramente a partir de materias primas renovables como aceites usados, grasas animales o residuos orgánicos. Técnicamente, se trata de un HVO (aceite vegetal hidrotratado), un tipo de combustible avanzado que ofrece un desempeño superior y permite una reducción de hasta el 90% de las emisiones netas de CO₂ en comparación con su equivalente fósil.
Se fabrica mediante un proceso de hidrotratamiento que elimina impurezas y compuestos aromáticos, lo que se traduce en una combustión más limpia, eficiente y con menor generación de partículas. Este combustible cumple con la norma europea EN 15940, lo que garantiza su calidad y compatibilidad con la flota diésel existente sin necesidad de adaptaciones.
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Entre sus beneficios destacan:
- Alto número de cetano, que mejora el arranque y reduce el ruido del motor.
- Efecto “clean up” que limpia el sistema de alimentación, recuperando el rendimiento original del motor.
- Protección contra herrumbre, agua y contaminación.
- Menor generación de espuma, facilitando un repostaje más rápido.
- Trazabilidad certificada y control de calidad mediante un marcador exclusivo.
Además, puede distribuirse y utilizarse a través de las infraestructuras existentes, lo que lo convierte en una alternativa de descarbonización inmediata, sin necesidad de modificar vehículos ni redes logísticas.
Más de 1.000 estaciones y un objetivo aún más ambicioso
Repsol acaba de superar las 1.000 estaciones de servicio que ofrecen Diésel Nexa 100% renovable en la península ibérica —998 en España y 63 en Portugal— y ya se propone alcanzar al menos 1.500 antes de fin de año. Esto equivale a cerca del 40% de su red total.
Como parte de una campaña para incentivar el uso de este combustible, desde el 29 de abril y hasta el 31 de julio de 2025, la compañía ofrece un descuento de 10 céntimos por litro a quienes carguen Diésel Nexa utilizando la app Waylet, beneficio acumulable con otros planes. De esta forma, el precio final se iguala al del Diésel e+, pero con los beneficios medioambientales y mecánicos de un producto 100% renovable.
Una alternativa real y disponible para la descarbonización inmediata
Repsol promueve un enfoque integral para alcanzar la neutralidad climática, combinando distintas soluciones según la necesidad de cada cliente y cada uso energético. En este modelo, los combustibles renovables juegan un papel central como alternativa real y disponible para reducir emisiones de manera inmediata, especialmente en sectores difíciles de electrificar, como el transporte pesado o marítimo.
La compañía ya opera en Cartagena la primera planta de combustibles 100% renovables a gran escala de la península ibérica, y en 2026 pondrá en marcha una segunda planta en Puertollano, adaptando una unidad de producción de diésel existente para procesar aceites usados y otros residuos. Esta nueva instalación permitirá producir hasta 200.000 toneladas anuales de combustible renovable, destinadas tanto al transporte terrestre como al marítimo.
Nuevas materias primas: la alianza con Bunge
En paralelo, Repsol selló un acuerdo estratégico con Bunge, líder mundial en aceites vegetales, para el desarrollo de cultivos intermedios como la camelina y el cártamo. Estas especies, cultivadas entre cosechas principales o en suelos marginales, permiten generar aceites de baja intensidad de carbono, ideales como insumos para producir combustibles renovables sin competir con la producción de alimentos.
Este tipo de iniciativas no solo amplían la disponibilidad de materias primas sostenibles, sino que integran al sector agrícola dentro de la cadena de valor de la transición energética. Gracias a la tecnología industrial de Repsol, estos aceites serán transformados en HVO y combustibles sostenibles para la aviación (SAF), ampliando el alcance de las soluciones renovables en todos los modos de transporte.
Una hoja de ruta clara hacia la movilidad sostenible
Con estas acciones, Repsol no sólo despliega tecnología e infraestructura, sino que plantea una estrategia integral para transformar la matriz energética del transporte sin imponer un único camino. En lugar de esperar décadas para una electrificación total, ofrece una alternativa práctica, escalable y disponible hoy, capaz de reducir emisiones sin cambios drásticos para los usuarios.
Desde el surtidor hasta el campo, pasando por las plantas industriales, la compañía construye una red de soluciones renovables que se complementan y refuerzan entre sí. Una estrategia que combina acción inmediata con visión de largo plazo, y que deja en claro que la transición energética ya está en marcha —y tiene combustible propio.
