En un movimiento que podría posicionar a Brasil a la cabeza de la movilidad sostenible, el pasado miércoles 13, la Cámara de Diputados ha otorgado una media sanción a un ambicioso proyecto de ley. Este proyecto, conocido como ‘Combustível do Futuro‘ tiene como objetivo revolucionar el panorama energético y ambiental del país al promover el uso de biocombustibles y combustibles verdes en el transporte.
Este proyecto, enviado por el gobierno federal en septiembre del año anterior, ahora avanza hacia su votación en el Senado, marcando un hito en la promoción de la sostenibilidad y la reducción de emisiones.
Bajo la relatoría del diputado Arnaldo Jardim (Cidadania-SP), el proyecto experimentó cambios notables durante su trámite en la Cámara. Uno de los cambios más destacados fue la ampliación de la posibilidad de mezcla de biodiesel en el diésel fósil, ahora permitiendo hasta un 25%, superando la meta inicial del gobierno del 20% para 2030.
Jardim también introdujo un cronograma obligatorio para la adición de biodiesel en el diésel, limitando la reducción a solo 2 puntos porcentuales por parte del gobierno. Sin embargo, tras negociaciones, se decidió mantener este cronograma como una meta, otorgando al gobierno la flexibilidad de decidir cuándo y en qué medida ajustar la mezcla.
El proyecto establece un umbral mínimo de mezcla de 13%, asegurando que el gobierno no pueda reducir la adición de biodiesel por debajo de este nivel. Además, se incorpora la realización de pruebas de viabilidad técnica a medida que se incrementa la mezcla de biodiesel en el diésel, una medida crucial para abordar las preocupaciones del sector del transporte sobre posibles impactos en los motores.
Otra adición relevante es la inclusión del Programa Nacional de Biometano, buscando fomentar este biocombustible que inicialmente había sido omitido en la propuesta gubernamental. El biometano, con una composición química similar al gas natural, podrá ser añadido a este combustible, contribuyendo así a la diversificación de fuentes energéticas. La ley aprobada en la Cámara fija obligatoriamente la adición de un 1% de biometano al gas natural a partir de enero de 2026. El porcentaje puede ser modificado por el Comité Nacional de Política Energética (CNPE) hasta un tope del 10%.
La principal fuente potencial de biometano en Brasil son las usinas de caña de azúcar, que producen el gas a partir del bagazo sobrante de la producción de azúcar y bioetanol. Detrás están los grandes productores de proteína animal y luego los productores agrícolas. De las seis empresas que actualmente suministran de biometano en el país, dos son rellenos sanitarios – uno en Río y otro en Ceará – que venden el gas renovable a acerías y vehículos pesados.
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El proyecto también establece el Programa Nacional de Diesel Verde, que determina una participación anual de diésel verde en el diesel hasta 2037, con un volumen mínimo del 3%, definido por el CNPE. Este mandato será cumplido de forma agregada, sin interferir con la mezcla obligatoria de biodiesel.
Aunque algunos reclamos, como la inclusión del diésel coprocesado, fueron rechazados, el proyecto aborda la regulación de la captura y almacenamiento de dióxido de carbono, asignando esta responsabilidad a la ANP.
El Proyecto del «Combustible del Futuro» ahora pasa al Senado para su discusión y votación. Estas medidas buscan impulsar avances en biocombustibles y la reducción de emisiones, alineándose con objetivos de sostenibilidad y protección ambiental. Es un paso importante hacia un futuro más verde y energéticamente sostenible.