En un contexto donde la urgencia climática exige soluciones innovadoras y a gran escala, Stockholm Exergi, la principal empresa energética de la capital sueca, ha recibido la adjudicación de la subasta inversa del gobierno para el desarrollo de bio-CCS (captura y almacenamiento de carbono biogénico). Con un financiamiento que supera los 20.000 millones de coronas suecas (aproximadamente 1.800 millones de dólares), esta iniciativa marca un hito en la carrera por alcanzar emisiones negativas en Europa y sentará las bases para una nueva economía del carbono.
Una tecnología clave para alcanzar el neto cero
El concepto de bio-CCS (Bioenergy with Carbon Capture and Storage, BECCS) se basa en la captura de CO2 proveniente de fuentes biogénicas, como la combustión de biomasa, para luego almacenarlo de manera permanente en formaciones geológicas. A diferencia de otros sistemas de captura de carbono aplicados a procesos industriales fósiles, el bio-CCS no solo evita emisiones, sino que las revierte activamente, generando los llamados «emisiones negativas».
Según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el uso de bio-CCS a gran escala es fundamental para limitar el calentamiento global a 1,5°C. De hecho, en prácticamente todos los escenarios que permiten cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, la captura de carbono biogénico juega un papel crucial en la compensación de emisiones residuales imposibles de eliminar por otras vías.
Beccs Stockholm: un megaproyecto para capturar 800.000 toneladas de CO2 al año
La infraestructura clave de esta iniciativa es Beccs Stockholm, la planta de captura de carbono biogénico que se construirá en Värtan, dentro de las instalaciones del biocentro de Stockholm Exergi. Este complejo ya opera con biomasa residual de la industria forestal sueca, generando electricidad y calefacción urbana para la capital escandinava. Ahora, con la incorporación de la tecnología de captura y almacenamiento de carbono, se busca reducir aún más el impacto ambiental del sistema energético de la ciudad.
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Cuando entre en operación, Beccs Stockholm capturará 800.000 toneladas de CO2 anuales, una cifra superior a las emisiones generadas por el tráfico vehicular de toda Estocolmo en un año. Este CO2, una vez capturado, será licuado y transportado a sitios de almacenamiento geológico permanente, situados bajo el lecho marino en el Mar del Norte.
El proceso de captura y almacenamiento
El funcionamiento del sistema de bio-CCS se basa en un conjunto de tecnologías avanzadas:
- Captura de CO2: El dióxido de carbono se extrae de los gases de combustión mediante un proceso de absorción química con aminas.
- Compresión y licuefacción: El CO2 capturado se enfría y presuriza hasta convertirse en un líquido transportable.
- Transporte: El CO2 líquido será llevado en buques especializados hasta los sitios de almacenamiento.
- Almacenamiento geológico: Se inyectará en reservorios subterráneos estables, situados a más de 1.000 metros de profundidad bajo el lecho marino.
Este enfoque permite evitar la reintroducción del CO2 en la atmósfera y convertir la planta de Värtan en una fuente de emisiones negativas, contribuyendo activamente a la mitigación del cambio climático.
Un modelo de financiamiento innovador
La adjudicación del financiamiento bajo el esquema de subasta inversa del gobierno sueco significa un respaldo clave para la viabilidad del proyecto. En este mecanismo, las empresas compiten para ofrecer la mayor reducción de emisiones al menor costo posible, garantizando así la eficiencia en la asignación de recursos públicos.
Stockholm Exergi recibirá el apoyo financiero en un período máximo de 15 años, a medida que el CO2 capturado sea almacenado de manera efectiva. Además, la compañía está en negociaciones con actores privados interesados en la compra de créditos de carbono generados por Beccs Stockholm, lo que podría acelerar el desarrollo de un mercado voluntario de emisiones negativas en Europa.
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Suecia a la vanguardia de la descarbonización
Con este proyecto, Suecia refuerza su posición como líder en la transición energética y en la adopción de soluciones climáticas basadas en el mercado del carbono. Beccs Stockholm no solo representa un avance tecnológico significativo, sino que también inaugura un modelo de financiamiento replicable en otras regiones del mundo.
Stockholm Exergi planea tomar una decisión de inversión definitiva en 2025, con el objetivo de iniciar la captura de CO2 dentro de los siguientes tres años. Si se cumplen los plazos, para finales de la década Beccs Stockholm será un actor clave en la reducción de emisiones de Europa, consolidando un enfoque donde la energía renovable y la captura de carbono van de la mano.
Este es solo el comienzo de una nueva era en la lucha contra el cambio climático. La captura y almacenamiento de carbono biogénico podría convertirse en un pilar fundamental de las estrategias globales de mitigación, y Suecia está demostrando que no solo es posible, sino económicamente viable y ambientalmente necesario.