martes, febrero 18, 2025
 

Tres hechos que muestran por qué Brasil es el líder en biocombustibles

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En los últimos años, Brasil ha demostrado un notable avance en la producción y desarrollo de biocombustibles, consolidándose como líder mundial en esta industria. A través de innovaciones tecnológicas y la diversificación de fuentes de energía renovable, el país sudamericano está sentando las bases para un futuro sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles.

Históricamente reconocido por su enorme industria azucarera, hace casi 40 años Brasil inició el programa Proalcol (75-2003) para promover el uso creciente de bioetanol como combustible. Este plan, lanzado en respuesta a la crisis internacional del petróleo de 1975, tenía como objetivos principales reducir la importación de gasolinas y alcanzar la independencia energética. Con el tiempo, el programa no solo logró sustituir una parte significativa de las gasolinas con alcohol al 15%, sino que también impulsó el desarrollo de motores capaces de funcionar con alcohol puro. Este éxito se reflejó en un aumento espectacular de la producción de caña de azúcar, multiplicándose por seis y alcanzando un incremento de 300 millones de toneladas.

En 2003, la introducción del motor Flex Fuel permitió a los conductores elegir la mezcla de gasolina y bioetanol. Esta tecnología tuvo una penetración impresionante en el mercado, lo que impulsó aún más la industria cañera. En los siguientes 15 años, se instalaron surtidores exclusivos de bioetanol en las gasolineras y la mezcla mínima, inicialmente del 15%, se elevó primero al 18% y luego al 27%. Este crecimiento no solo duplicó la producción de caña de azúcar, sino que también marcó el inicio de una nueva industria: el bioetanol de cereal.

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Crecimiento exponencial del etanol de Maíz

El primer centro de producción de etanol de maíz en Brasil comenzó a operar en 2017 en Lucas do Rio Verde, Mato Grosso. Actualmente, hay 22 unidades en funcionamiento y otras 9 en construcción. El uso del maíz para la producción de etanol en Brasil ha alcanzado niveles históricos, proyectándose un consumo de 17 millones de toneladas métricas (mt) para el próximo año comercial, un aumento significativo frente a los 13.26 millones de mt de 2023. Según Arthur Neto, director socio de Alphamar Shipping Agency, este incremento no solo mejorará los precios del maíz en el mercado interno, incentivando su producción, sino que también consolidará a Brasil como un actor clave en el mercado global de etanol.

Este aumento en la demanda interna de maíz para etanol tiene implicaciones importantes. La dinámica de precios más elevados en el mercado doméstico llevará a los productores a retener más maíz en el país, reduciendo la oferta para la exportación a menos que se paguen precios más altos. Esta estrategia beneficia a los agricultores locales al proporcionarles un mercado interno más lucrativo y estable.

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Innovación en combustibles renovables a partir de macaúba

Otro avance significativo es el proyecto conjunto entre Acelen Renewables y Embrapa para la domesticación de la palma macaúba, con el objetivo de producir combustibles renovables para la aviación (SAF) y otros bioproductos de alto valor añadido. Este proyecto, con una inversión de R$ 13.7 millones, tiene como meta reducir las emisiones de CO2 hasta en un 80% en comparación con los combustibles fósiles, y se espera que genere 90,000 empleos directos e indirectos, además de un ingreso anual de R$ 7.4 mil millones para las comunidades involucradas.

La macaúba, una planta con alta densidad energética y capacidad de secuestro de carbono, será cultivada en áreas semiáridas, contribuyendo así a la recuperación de zonas degradadas y proporcionando nuevas oportunidades económicas para comunidades empobrecidas. Este proyecto no solo busca mejorar la eficiencia agrícola y la calidad del aceite extraído, sino también maximizar el uso de la biomasa residual para generar productos adicionales como biochar y biogás.

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Producción de SAF a partir de biogás

En un desarrollo paralelo, Copersucar y Geo Bio Gas & Carbon han firmado un Memorando de Entendimiento para desarrollar tecnología que convierta el biogás en combustible sostenible para la aviación (SAF). Este proyecto, que empleará la tecnología de Fischer-Tropsch para producir hidrocarburos líquidos verdes a partir de gas de síntesis, contempla la construcción de una planta piloto comercial que comenzará a operar en 2025.

La producción de SAF a partir de biogás representa una importante innovación, ya que expande el uso de la caña de azúcar como fuente de energía renovable y posiciona a Brasil como un competidor clave en los mercados internacionales que demandan combustibles avanzados y sostenibles. La colaboración entre Copersucar y Geo tiene el potencial de proporcionar soluciones escalables para la transición energética, alineándose con las estrategias globales de descarbonización.

Estas iniciativas subrayan el compromiso de Brasil con la sostenibilidad y la innovación en la industria de los biocombustibles. A través de la diversificación de materias primas y la implementación de tecnologías avanzadas, Brasil no solo está fortaleciendo su mercado interno, sino también estableciéndose como un líder global en la producción de combustibles renovables. La combinación de políticas favorables, inversión en investigación y desarrollo, y la colaboración entre entidades públicas y privadas está permitiendo que Brasil avance hacia un futuro más verde y sostenible.

 
 
 

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